NICOLÁS CASTELLANO, AUTOR DE "me llamo adou"

"La imagen de Adou en la maleta fue una suerte de preguntas que había que responder"

La historia del niño de la maleta está en "Me llamo Adou", un libro del periodista Nicolás Castellano en el que cuenta cómo luchó esta familia por estar juntos, aunque "la realidad es que a día de hoy viven separados".

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photo_camera Los periodistas Miguel Ángel Mendoza, Nicolás Castellano y la responsable de menores, Toñi Palomo / C.A.

La imagen de ese niño metido en una maleta en posición fetal en la frontera del Tarajal aquella mañana de 2015 no solo dio la vuelta al mundo sacudiendo conciencias sino que dio pie al periodista Nicolás Castellano “a una suerte de cuestionario que había que responder”. Poco a poco fue conociendo la historia de Adou y su familia, los esfuerzos de su padre por unir a su familia, los problemas legislativos con los que se encontraba y por último, un intento a la desesperada por tener entre sus brazos a su pequeño de 8 años. “Nunca antes en ninguna frontera de Europa se había visto una imagen así. En esa foto hay una Europa que no gestiona bien la entrada de personas, un fracaso legislativo, hay violencia, y hay muchas preguntas”, ha explicado a Ceuta Actualidad, al tiempo que vio en esa imagen escaneada “la oportunidad de contar la dificultad para llegar a Europa, los problemas que tienen los inmigrantes para integrarse o los trámites de la Ley de Extranjería.

El primer capítulo del libro está narrado en primera persona por el propio Adou. No fue fácil que un niño de 8 años contara su historia pero a base de juegos y encuentros en Madrid, París y Fuerteventura, Castellano consiguió hacerse una idea de la aventura de Adou que se resume en frases como “¿qué les pasa a los políticos europeos que no saben que los niños queremos viajar en avión?”. Junto a Adou, este periodista radiofónico ha hablado con sus padres, el guardia civil que le encontró, abogados… en definitiva, todos los actores que participaron de esta historia de superación. “El padre de Adou luchó por unir a su familia pero paradojas de la vida, Ali vive en Bilbao a la espera del juicio oral en Ceuta y su mujer y dos de sus hijos en París”.

En “Me llamo Adou”, Castellano no pretende hacer un juicio paralelo sino lanzar a preguntas al lector para que se plantee si el mundo que estamos construyendo es el mundo que queremos.