La confección del calendario laboral se ha convertido en origen de disensiones y disputas entre los partidos políticos

La batalla de los días en rojo

La propuesta de Vox de declarar el día de San Daniel como festivo en el calendario laboral subraya la condición de campo de batalla que para los partidos políticos ha adquirido la confección del calendario laboral.

El Gobierno tiene ya preparado el calendario laboral para 2019 (C.A.)
photo_camera El Gobierno tiene ya preparado el calendario laboral para 2019 (C.A.)

San Daniel Fasanella tuvo una muerte nada recomendable. Corrían tiempos en los que las delicadezas con las que los nativos agasajan a los turistas no resultaban de uso común. Esta falta de tacto se encuentra, sin duda, tras el trágico fin que corrió, junto a otros seis frailes franciscanos, cuando en 1227 desembarcó en Ceuta para predicar la palabra de Dios. Los autóctonos no vieron con buenos ojos los propósitos que albergaban los viajeros y decidieron cortar por lo sano. Más concretamente, a la altura del cuello.

Los calendarios están plagados de jornadas en rojo que conmemoran incidentes sangrientos como aquel del que fue víctima el patrón de Ceuta. Hay cabida para mártires, vencedores de batallas cruentas y un sinfín de criaturas que concluyeron sus días desairados en un charco de sangre, demediados por el certero tajo de una espada o alanceados por los bárbaros.

Vox ha defendido esta semana con vehemencia que San Daniel no puede quedar fuera de esta lista de agraviados por la Historia. La propuesta de la formación de incluir el día de San Daniel como festivo en el calendario laboral no es intrascendente. Los de Abascal han decidido que, ellos también, se sumarán a la contienda que desde hace años mantienen los partidos políticos en torno a cuáles son las celebraciones que deben figurar en rojo en los calendarios de los ceutíes.

Comoquiera que los días que pueden ser declarados festivos a lo largo del año son limitados, la propuesta de Vox no hace sino comprimir la lista de conmemoraciones, homenajes y festividades religiosas que aguardan a ser incluidas en la relación de los días no laborables.

La conflictividad en torno al diseño del calendario laboral tiene en la demanda del reconocimiento como festivo del Eid al-Fitr, la jornada del fin del Ramadán, su principal referencia. Partidos como MDyC y Caballas han hecho bandera de esta reivindicación. Pese a su insistencia, el Gobierno del PP se ha negado sistemáticamente a reconocer esta fiesta musulmana como día oficialmente no laborable. Su propuesta para el próximo año tampoco la recoge.

La aparición de San Daniel en esta jungla de días feriados, puentes y otras fiestas de guardar no parece inocente. Aunque Vox no ha precisado qué día festivo propone retirar para dar cabida al mártir católico, el paralelismo de su iniciativa con la impulsada por Caballas y MDyC augura la apertura de una ridícula “guerra santa” en la que se juega la hegemonía del calendario.

 

2-S

La aparente inocuidad de los calendarios –ilustrados con escenas pastoriles, obras maestras de la arquitectura o retratos procaces concebidos para adornar las cabinas de los camiones- no es tal, si nos atenemos a la relevancia que su configuración ha adquirido para los políticos locales.

Los partidos representados en la Asamblea mantienen también otra guerra que se dilucida, curiosamente, a propósito de una batalla: la que el 2 de septiembre de 1415 se saldó con la toma de Ceuta por las tropas portuguesas.

El debate ha estado liderado por el coordinador de Caballas, Mohamed Alí, quien en los últimos años ha insistido en que la celebración en esa fecha del Día de Ceuta y, por consiguiente, su inclusión como no laborable en el calendario, es una ofensa histórica que no hace sino celebrar el “exterminio” de la población autóctona por los lusos.

El Gobierno aceptó elaborar un informe para encontrar alternativas al 2 de septiembre. El documento, finalmente elaborado con aportaciones del Instituto de Estudios Ceutíes (IEC) y del cronista oficial de la Ciudad, José Luis Gómez Barceló, proponía 13 fechas alternativas al 2 de septiembre. Las autoridades municipales, sin embargo, no han vuelto a plantear la posibilidad de cambiar de fecha.