Moussa Bourekba, investigador del CIDOB

La mayor amenaza yihadista está en los combatientes frustrados, según un experto

El investigador del CIDOB, Moussa Bourekba, considera que "en los próximos tres años Europa tendrá entre 100 y 500 de estos combatientes frustrados que habrán salido de las cárceles y que seguirán convencidos de que la causa yihadista que defienden es buena".

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photo_camera Moussa Bourekba, investigador del CIDOB (REDACCIÓN)

La mayor amenaza del terrorismo yihadista tras la pérdida territorial del Estado Islámico en Siria e Irak no la constituyen tanto los combatientes retornados sino los frustrados que han visto roto su sueño de ir a luchar con el Dáesh para instaurar su califato.

Así lo ha considerado Moussa Bourekba, investigador del CIDOB, centro de estudios de Relaciones Internacionales de Barcelona, durante su intervención en el curso de verano de la Universidad Complutense sobre "Cómo prevenir la radicalización yihadista" celebrado en San Lorenzo de El Escorial (Madrid).

"El mayor temor está en los frustrados que quisieron ir a Siria e Irak y no pudieron cumplir su sueño de combatir con el Estado Islámico por haber colapsado", ha comentado.

Ha añadido que se estima que en los tres próximos años Europa tendrá entre cien y quinientos de estos combatientes frustrados que habrán salido de las cárceles y que seguirán convencidos de que la causa yihadista que defienden es buena.

A su juicio suponen una mayor amenaza de que puedan cometer atentados en suelo europeo que la de los propios retornados de zonas de conflicto.

Bourekba ha advertido además de que de diversos estudios realizados se puede concluir que las prisiones suponen un entorno favorable para la radicalización por lo que estima que las políticas públicas deberían incidir en este problema para mejorar las estrategias a aplicar para evitarlo.

Durante el curso el investigador del Real Instituto Elcano Álvaro Vicente ha presentado un estudio centrado en los 38 yihadistas detenidos o fallecidos entre 2013 y 2018 en España que se dedicaron a la captación de menores.

Según este estudio la dinámica de la radicalización gana en complejidad a medida que el menor crece.

Así entre los casos estudiados hay niños captados en el seno de su propia familia cuyos progenitores les controlan sus actividades cotidianas y su entorno con un estilo educativo autoritario.

También se reflejan casos de captadores que explotan sus vínculos con sus parejas, generalmente sus novias, para inculcarlas los principios de salafismo yihadista, de amigos que reclutan a menores y adultos que usan distintas tácticas de aproximación a los mismos en espacios públicos y a través de las redes sociales en internet.

En ocasiones los captadores llegan a intimidar a los menores a los que captan como ocurrió con una joven ceutí de 14 años que fue contactada insistentemente en Facebook, a la que convencieron para ir a Siria y que cuando dudó la amenazaron con represalias contra ella y su familia, ha recordado Álvaro Vicente.

Ha añadido que la joven fue finalmente detenida en 2014 en la paso fronterizo entre Melilla y Marruecos y se convirtió en la primera menor detenida y condenada en España por actividad yihadista.

A juicio del representante del Real Instituto Elcano es necesario criminalizar de manera específica la captación terrorista de niños y adolescentes y ha comentado que aunque en España ya figura en el Código Penal como una circunstancia agravante la misma no está siendo utilizada habitualmente por los tribunales.

También cree necesario articular la participación de responsables de ámbitos educativos, socioculturales y religiosos en la identificación de agentes de captación de menores, así como avanzar en una agenda educativa para la prevención de la radicalización.