95 ANIVERSARIO DE LA LEGIóN

La niebla en García Aldave no pudo con el II Tercio Duque de Alba

La Legión celebró sus 95 años de historia ante mil personas que asistieron al emotivo acto que tuvo como principal protagonista la niebla.

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Con una niebla cerrada y una ligera llovizna la Legión no pudo imaginar mejor guión para definir las palabras del valor, la muerte y el sacrificio que son las señas de identidad que definió en el credo legionario el fundador del Tercio de Extranjeros José Millan Astray y Terreros.
Con la asistencia que hizo el lleno hasta la Bandera se registró un total de mil personas, que al coincidir con un domingo consiguió que todos los acotados y tribunas estuvieran a rebosar.
Los accesos y aparcamientos totalmente ocupados y con la niebla campando a sus anchas por el Patio de Armas donde formaron la Escuadra de Gastadores del II Tercio Duque de Alba, Mando y Plana Mayor de Mando, Banda de Guerra del II Tercio, Unidad de Música de la Comandancia general de Ceuta, Banda Cristo de Lepanto IV de La Legión con su escuadra de gastadores, cinco compañías, la compañía defensa contra carro y el mando con la playa de mando.
A las 11.40 horas el Cabo Pelayo, cornetín de órdenes del Tercio Duque de Alba, hizo la llamada a banda, procediendo a la entrada de los guiones, y la Enseña Nacional, y a las 12.00 horas comenzó el acto con la llegada del Comandante General de Ceuta, General Javier Sancho Sifre. Recibió la novedad del coronel jefe del II Tercio Marcos Llago Navarro y se procedió a pasar revista a la formación. Se dio lectura al Real Decreto Fundacional y se nombró Legionario de Honor al que fuera anterior Comandante General de Ceuta, General José Manuel Sanz Román por las muestras de apoyo a La Legión. Además, se entregaron las condecoraciones y premios Legión de las distintas hermandades y  cofradías.

El Coronel Marcos Llago Navarro recordó la visión que tuvo a bien el fundador del Tercio de Extranjeros a esperar que se alistara el primer legionario para dejar el 20 de septiembre como fecha señalada, y las bases fundamentales de la legión en el credo legionario así como el esfuerzo de los tercios para adaptarse a los tiempos, épocas y circunstancias que siempre le acompañaron en su historia.

El momento más emotivo fue, como siempre, la salida a hombros y posterior entronización del Cristo de la Buena Muerte a hombros de los gastadores del II Tercio al son del Novio de la Muerte. Se recitaron dos espíritus del credo legionario y se procedió a la retirada de la Bandera Nacional ante un silencio sepulcral. 

Una jornada emotiva pese a lo deslucido de la niebla y el frío con la amenaza de lluvia que puso esa mística legionaria a la Posición A como se conoce al Acuartelamiento García Aldave donde dio sus primeros pasos la Legión hace ya 95 años.