LA POBREZA ALCANZA A NUEVAS BARRIADAS

La ciudad cercada

El cerco de la pobreza al centro de la ciudad avanza desde la periferia. Éste es uno de los fenómenos que constata el estudio “Crisis económica y desigualdad en un espacio fronterizo: Las condiciones de vida de la población de Ceuta”, de los profesores Carlos Rontomé y José Miguel Cantón, hecho público esta semana. Los investigadores cifran la tasa de riesgo de pobreza en el 33,7%, valor que se eleva hasta el 50% en algunas barriadas. 

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photo_camera Hadú es una más de las barriadas en cuyas calles residen el 75% de las personas pobres que habitan la ciudad/ CRISTIAN MARFIL

La imagen de una rastro de pobreza que avanza hacia el centro de la ciudad hasta cercarla resulta inquietante, aunque algunos puedan juzgarla exagerada. La metáfora se apoya, sin embargo, en los datos y conclusiones contenidos en el libro “Crisis económica y desigualdad en un espacio fronterizo: Las condiciones de vida de la población de Ceuta”, un estudio suscrito por los profesores Carlos Rontomé y José Miguel Cantón.

El corolario de este trabajo de campo que se presentaba esta misma semana en la biblioteca “Adolfo Suárez” se antoja desalentador: la degradación de la vida en las barriadas ceutíes se ha incrementado en los últimos años.

La constatación de este fenómeno puede encontrarse en la barriada de Hadú, uno de los enclaves tradicionalmente fronterizos entre los acomodados barrios del centro de la ciudad y la periferia empobrecida. El estudio de Rontomé y Cantón revela que Hadú ha abandonado su condición de linde para estrenar el estatus de núcleo poblacional en riesgo de pobreza.

Según el estudio, Hadú es hoy una más de las barriadas en cuyas calles residen el 75% de las personas pobres que habitan la ciudad.

La tasa del riesgo de pobreza en Ceuta alcanza ya el 33,7%, valor que supera el 50 por ciento si nos referimos a los distritos 4 (Miramar Bajo, Almadraba, Vicedo Martínez,  Bermudo Soriano, Juan XXIII, O’Donnell…) y 6 (El Príncipe, Benzú…). Las cifras que se manejan en el estudio estiman en 28.369 las personas que se encuentran en esta situación. La crisis marcó una cesura en la evolución de las magnitudes que representan la pobreza. La tendencia a la baja que caracterizó el periodo 1995-2007 se transformó en un repunte que se inicia en ese último año y continúa hasta hoy. El 41,3% de los hogares ceutíes y el 44,5% de la población se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social.

“Los niveles de pobreza pueden considerarse similares a los de años anteriores, pero hay una diferencia importante: antes existían barrios que podríamos caracterizar como intermedios, como era el caso de Hadú, pero ahora buena parte de esos enclaves se están degradando y, con ello, se está profundizando en esa escisión que marca la existencia de dos ciudades distintas”, explica el profesor Rontomé.

 

Las dos ciudades

Esas “dos ciudades” a las que se refiere Rontomé son las que encarnan, por un lado, los distritos 1, 3 y 5, con la zona centro o barrios como el Polígono Virgen de África dentro de sus límites, y, por otro, núcleos como Pasaje Recreo, Loma Colmenar, Miramar Bajo, Príncipe Felipe, Príncipe Alfonso, Benzú o República Argentina. Todo ello, tal y como concluye el estudio, ha derivado en una distribución polarizada de la riqueza que ha creado dos grupos de población similares en tamaño integrados por quienes han escapado de la pobreza a un lado y los pobres y dependientes sociales, de otro. Porque la subsidiariedad se ha convertido en otro de los factores característicos de la sociedad ceutí.

“La economía sumergida y las ayudas sociales son los factores que sostienen esta sociedad –apunta Rontomé- De no estar presentes, correríamos un serio riesgo de fractura social”.

El estudio revela que el 78% de los hogares pobres de la ciudad percibieron al menos una prestación social durante el año 2013. Los subsidios más frecuentes son los que se conceden para la cobertura del desempleo, la formación profesional y el fomento del empleo.

Uno de los fenómenos que el trabajo de investigación de Rontomé y Cantón evidencia es el del incremento del número de extranjeros que residen en la ciudad de manera legal. Si se considera que casi 8 de cada 10 hogares cuyo cabeza visible es un extranjero se encuentran por debajo del nivel de la pobreza, habrá de colegirse que este aumento de la población foránea corre paralelo a la profundización de los procesos de empobrecimiento.

Los extranjeros representaron un 40% de los 7.400 nuevos residentes en los que creció la población local entre 2008 y 2013. Actualmente se estima que el número de personas procedentes de otros países, fundamentalmente de Marruecos, afincadas en Ceuta ronda las 5.400. En barrios como El Príncipe Alfonso, el Príncipe Felipe, Cabrerizas o Loma Colmenar el porcentaje oscila entre el 11% y el 18%.

Una distribución de la riqueza marcadamente desigual que define dos grupos de población equivalentes en número, un riesgo de pobreza de carácter crónico que afecta en mayor medida a los árabo-musulmanes y una tendencia que anuncia la consolidación y avance del empobrecimiento constituyen el diagnóstico. Las apelaciones al crisol de culturas ya no resultan suficientes.

 

Algunas referencias estadísticas

-La tasa de riesgo de pobreza en Ceuta supera en doce puntos la media nacional. 28.400 personas y 6.500 hogares se encuentran en esta situación.

-En enclaves como San José, Vicedo Martínez o calle Argentina, uno de cada cinco residentes tiene menos de 14 años.

-El 61% de los hogares no puede afrontar gastos imprevistos. El 53% no puede permitirse una semana de vacaciones al año. El 27% se ha visto obligado a retrasar en alguna ocasión el pago de su hipoteca o alquiler.

-El número de personas por hogar en España es de 2,86. En Ceuta alcanza las 3,58.

-El 88,7% de los hogares tiene a alguno de sus miembros en situación de desempleo.

-El 27% de las mujeres que encabezan un hogar es analfabeta. En el caso de los hombres el porcentaje se reduce al 11%.