CELEBRACIONES

Regulares y Legionarios lucen sus mejores galas en honor a la Inmaculada Concepción

El coronel Varo Gutiérrez recordó en su discurso" ¡A Dios le pido que no permita que tengamos que demostrar lo que valemos!"

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photo_camera El broche final ha sido el desfile de las unidades con el paso característico de Regulares y los Legionarios / J.C.

Con un sol de ida y vuelta a las 13.00 horas dieron comienzo un año más los actos en honor de María Inmaculada Concepción, patrona de la Infantería Española representada en Ceuta con las dos unidades más condecoradas del Ejercito Español, los Regulares y los Legionarios.
El patio de Armas Gómez de Zamalloa del acuartelamiento González Tablas, sede del Grupo Regulares Ceuta Numero 54, se vistió con las mejores galas y al mando del Coronel Jefe del Grupo Regulares, Antonio Varo Gutiérrez, formaron plana mayor de mando de Regulares con su escuadra de gastadores, Nuba Banda de Música del Grupo Regulares, Mando y Plana del Tabor Tetuán con su Bandera y tres compañías del Tabor Tetuán.

Por parte del II Tercio Duque de Alba el mando y plana mayor de la IV Bandera Cristo de Lepanto, escuadra de gastadores, Banda de Guerra, Tres Compañías de la IV Bandera y la Música del Batallón de Cuartel General.

Acompañaron en la tribuna de presidencia al Comandante General de Ceuta, General Javier Sancho Sifre, el presidente de la ciudad, Juan Vivas, y el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull.

Se recordó el milagro de Empel donde los tercios españoles en Flandes tuvieron la advocación de la Inmaculada Concepción, posteriormente la  imposición de condecoraciones y el coronel de Regulares en su discurso destacó a los compañeros que por accidente o por enfermedad tienen situaciones dolorosas y penosas que reciben la protección de la Patrona.
Recordó las vicisitudes del soldado de Infantería desde los tiempos de Orán, Argel, Conchinchina, Filipinas, América, África, Flandes, Italia y Grecia, así como la amenaza de la libertad por los zarpazos terroristas “como hemos visto en nuestros aliados que lo han sufrido, construyendo sobre los hombros de los soldados la seguridad de España, de sus intereses y de sus ciudadanos, base del trabajo diario del soldado. Y en la responsabilidad honrar la memoria de los que con su sangre forjaron la leyenda del infante español, nuestro turno ha llegado y a Dios le pido que no permita que tengamos que demostrar lo que valemos, pero si ello fuere necesario os pido que lo hagáis como aquellos Legionarios y Regulares como el repliegue de Xauen luchando codo con codo aquel otoño de 1924”.

Como novedad en este acto tomó la palabra el Comandante General de Ceuta para recordar el quinto aniversario de la muerte del fundador de los Tercios de Flandes, Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán, evocando aquellos soldados con la pica, la ballesta y el arcabuz como hicieron grande la leyenda del Soldado de Infantería.

Tras el emotivo acto de Oración a los Caídos, se procedió a entonar el himno de la Infantería y el broche final con el desfile de las unidades con el paso característico de Regulares a 90 pasos por minuto y los Legionarios a 160, con los vítores y aplausos de los presentes.