Salma, la hija de Karim, transportista, y Miriam, ama de casa, es el primer bebé de 2016. La pequeña, que pesó 4,240 kilos, nació a las 9.45 de esta mañana después de un parto sin complicaciones.
La niña es la segunda de las hijas de un matrimonio de treintañeros ceutíes residentes en Sargento Mena. La mayor, de dos años, también apuró su llegada al mundo al nacer bien avanzado el mes de noviembre. Salma, sin embargo, ha aguardado hasta las primeras horas del nuevo año para su nacimiento.
La recién llegada forma parte ya de una de las sociedades españolas cuya natalidad refleja mejor salud. Las últimas estimaciones sobre la evolución de la natalidad en Ceuta corresponden a las elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para el primer semestre del pasado año. Según éstos, el número de nacimientos en la ciudad pasó de los 576 registrados en los primeros seis meses de 2014 a los 498 del mismo periodo del 2015. Este descenso del 13,5 por ciento en el número de natalicios no impidió, sin embargo, que se mantuviera un saldo vegetativo positivo cifrado en 251 personas. La Ciudad Autónoma fue el único territorio español en el que bajó el número de defunciones.
Durante 2014, y en relación con el ejercicio anterior, los 1.202 nacimientos registrados supusieron un crecimiento del 10,6 por ciento. La tasa bruta de natalidad se situó en 14,2, 5 puntos por encima de la media nacional.
La pequeña Salma tendrá ante sí una esperanza de vida de 79,8 años, la cifra más baja de toda España, muy alejada de los 84 años que aguardan a un madrileño o los 83,7 a los que puede aspirar un riojano.
El nombre de Salma no figura entre los tres más frecuentes impuestos a niñas en Ceuta, según INE. Noor se ha convertido en el preferido de los progenitores para sus hijas desde 2010. Mohamed continúa siendo desde hace décadas el nombre de pila más usual entre los hombres.
Los ceutíes han cambiado sus preferencias con respecto a los nombres de sus vástagos al ritmo de la evolución de la natalidad de cada una de las comunidades instaladas en la ciudad. Así, si en lo que va de la segunda década de este siglo, Mohamed, Adam, Omar, Noor, Sara o Mariam se destacan como los más habituales, en la década de los 80 los más frecuentes eran Mohamed, Francisco Javier, Jesús, Cristina, Laura y Rocío.
Conforme al padrón del 1 de enero de 2014, 77,4 de cada 1.000 ceutíes se apellidaban Mohamed; el 30,4, Ahmed; el 25,8, García; y el 17,8, Sánchez.
