El milagro de volver a oír

Shadia, de vuelta al mundo de los sonidos

La primera implantada en Ceuta explica qué cambios sufrió en su vida y cómo es adaptarse a su nuevo oído artificial. 

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photo_camera Shadia, la ceutí a la que se realizó el primer implante coclear en el Universitario / C.A.

Shadia ha vuelto a oír después de vivir un año sumida en el silencio. Con 37 años padeció una pérdida súbita de audición a la que no se ha encontrado explicación médica. Esta ceutí se despertó una mañana mareada y con náuseas y, en el plazo de un mes, y después de varias visitas a urgencias, perdió un 90 por ciento de audición. “Yo nunca había tenido problemas de audición. De la noche a la mañana, de estar bien, estudiando, haciendo una vida normal, pasé al silencio total”, ha explicado Shadia Dris Mohamed. Ha sido en una entrevista en la que Shadia ha confesado servirse también de la lectura de los labios para conversar con nosotros, aunque el milagro lo ha hecho por primera vez el Hospital Universitario de la mano de un implante coclear con el que convive desde el pasado 28 de junio y gracias al que “Shadia ha vuelto a nacer”, según palabras del responsable del servicio de otorrinolaringología, Enrique Roviralta. Este jueves ha pasado consulta con Shadia y ambos han atendido a Ceuta Actualidad. En esta entrevista Shadia explica qué cambios sufrió en su vida y cómo es adaptarse a su nuevo oído artificial. Ahora se le plantea otro reto… El de su mantenimiento, y es que el implante coclear está ahora al alcance de los ceutíes pero poder seguir en el mundo de los sonidos puede llegar a tratarse de un lujo en lugar de una necesidad.

 

¿A qué te dedicabas antes de la pérdida súbita de audición?

Terminé la carrera de educación infantil, yo soy maestra, justo en esa fecha presenté mi trabajo de fin de carrera y a la semana me puse mala. Para mí eso fue un parón.

 

¿Cómo influyó en tu día a día?

Este parón ha influido mucho. Yo no soy una súper mujer y no voy a decir que ésto no ha afectado a mi vida personal, sí que ha afectado pero gracias a dios yo soy muy positiva, entonces en el momento que me pasó ésto, con el apoyo de mi familia, con el equipo médico que siempre ha estado ahí… Tenía que salir para adelante.

 

¿Qué familia tienes?

Soy huérfana de padre, tengo a mi madre con la que vivo, y también tengo tíos y primas que son como mis hermanas y me han apoyado mucho.

 

¿Cómo encajó tu madre ver que de repente no la escuchabas?

Le costó mucho asimilarlo. Una persona ya con una edad avanzada no lo entiende. Además que el mío es un caso atípico en una persona sana y joven. A todo el mundo le sorprendió.

 

¿Qué limitaciones recuerdas que te encontrabas en tu día a día y cómo tratabas de superarlas?

En un principio, con la pérdida de audición súbita padecía de vértigos también, tenía problemas de equilibrio y siempre tenía que ir acompañada. Tenía la necesidad de tener a alguien conmigo para todo, hasta para lo más básico, el aseo personal, todo. Para comunicarme me limitó mucho pasar de ser oyente a no escuchar nada, intentaba hablar por señas y usaba mucho el teléfono y a todo el mundo le decía: escribe.

 

¿Cómo es eso de hablar sin escucharte?

Muy mal… Muy mal… Porque yo ahora tengo un tono normal, pero al principio era una chillona, porque al no escucharme tenía que alzar mucho la voz y el tono de voz me cambió, la gente que me conocía de antes cuando me escuchaba decía que no era la misma voz, era totalmente distinta, todo era totalmente distinto.

 

Todo cambió de la noche a la mañana y nos cuentas que tuviste varias visitas a urgencias hasta que topaste con el doctor Roviralta

Sí, en principio el protocolo es probar el audífono para ver si sólo con eso puedes hacer vida normal. La verdad que yo no escuchaba ni la mitad de los sonidos que puedo escuchar ahora. Me hicieron varias revisiones hasta que gracias a dios salí para el implante, fue todo muy rápido.

 

Desde que pierdes la audición hasta que entras en quirófano el 28 de junio ¿cuánto tiempo pasa?

Un año, justo un año, porque yo perdí la audición en la primera semana de junio y justo al año, el 28 de junio me implantaron. Al mes siguiente vino un programador de Madrid, me lo programó y la verdad que hasta ahora perfecto, llevo 8 meses con el implante y la verdad que muy bien.

 

Después de ese año viviendo en silencio ¿qué es lo primero que volviste a escuchar el día de la activación?

Pues estábamos sentados justo dónde estamos nosotras ahora. Estaba con mi tía, que la tenía a mi espalda, y con mi prima. Lo primero que escuché es la voz de mi tía y la verdad que fue impactante, siendo yo una persona con audición anterior no quiero imaginarme como es para los implantados que nunca han escuchado un sonido.

 

¿Cómo es el sonido que tú escuchas ahora con el implante?

Es un sonido muy distinto, no es natural, es mecánico. Son sonidos que el cerebro no reconoce pero gracias a la labor de la logopeda, que es una maravillosa persona, ahora reconozco todo tipo de sonidos con la diferencia de que son distintos a los naturales pero mi vida ya es con ese tipo de sonidos. He tenido apoyo de la Asociación de Familias de personas sordas desde el minuto uno que empecé con el lenguaje de signos lo que pasa que cuando me operé no podía acudir a tantos sitios y opté sólo por estar con Wafa. La verdad que en Ceuta, para ser una ciudad tan pequeña, tenemos recursos las personas con discapacidad auditiva aunque como en el resto de España necesitamos más apoyo.

 

¿La sanidad pública ha cubierto todos los gastos del implante?

Sí, pero sí que es cierto que necesitamos apoyo económico para mantenerlo. En ocho meses no he tenido que reponer nada, pero se romperá alguna pieza algún día y es muy costoso y el Estado no cubre nada. El implante es algo que voy a llevar de por vida, es una necesidad, no es un lujo, tenemos que luchar todos para que este tipo de cosas sean subvencionadas. Estamos hablando de que un solo cable te pueda costar 200 euros, y son muchas piezas. El programador me recomendó hacer una hucha en el momento en el que me lo activó y me dijo que como toda máquina llegaría un día en que se estropearía.

 

¿Qué cuidados requiere el implante? ¿Cómo es tu día a día con él?

Tengo que tener mucho cuidado con la humedad, por la noche dejo el aparato toda la noche enchufado en un aparato para la humedad, y las baterías por la noche las pongo a cargar. Tengo tres tipos, una dura 24 horas, otra 16 y la pequeña que llevo ahora dura 4 horas. En función del tiempo que piense que voy a estar en la calle llevo una u otra y el resto en el bolso, porque dependiendo del ruido que haya la batería dura más o menos y también llegará un día en el que se estropeará, y yo con lo que me ha pasado estoy en el paro y mi madre es pensionista, ahora mismo si se me rompiera no tendría recursos.

 

Con el éxito del implante… Porque estamos manteniendo una conversación perfectamente, me imagino que verás abiertas más puertas. ¿Qué cambios has experimentado? ¿En qué te ha cambiado el implante?

Veo la vida de otra forma. Cuando te ocurren este tipo de cosas aprecias la salud y a la gente que tienes a tu alrededor y que te apoya, me estoy emocionando, -confiesa Shadia con la voz pendiente de un hilo- cosas tan simples como el sonido de la llamada al rezo. Yo soy creyente y rezaba cuando me avisaba una aplicación del móvil.

 

¿Qué sonido echabas más en falta?

La voz de mi madre. - dice Shadia, secándose ya las lágrimas que le resbalan por la cara.

 

Ahora sigues con la rehabilitación, no sé cuánto tiempo te queda y qué objetivos tenéis Wafa y tú por delante.

Poder mantener una conversación telefónica y escuchar la música. La música es lo que todavía no puedo discernir entre la voz y los instrumentos. Me suena muy rara. Como los sonidos no llegan iguales el cerebro tiene que asimilarlo. La logopeda me ha dicho que en dos meses podremos conseguirlo.

 

Tu eres maestra de infantil, antes de la pérdida de audición tendrías unas aspiraciones y objetivos, no sé si eso te freno en algún sentido o si ahora han cambiado

Al principio la verdad es que me dio un bajón muy fuerte porque mi objetivo era terminar y empezar a prepararme las oposiciones, y hacer un master para seguir formándome. A los pocos meses lo retomé y seguí preparándome porque yo sabía que mi objetivo era volver a escuchar y ahora mismo mi objetivo después de terminar la rehabilitación es presentarme a las oposiciones y ser maestra, porque yo me veo apta para estar en un aula, y también hay accesorios al implante que me ayudarían, al igual que los hay para poder escuchar una conferencia… Existe de todo y la cuestión es la actitud que tú tengas.

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Shadia posa junto al doctor Roviralta/ C.A.

En un mes otra joven se someterá a la operación en el Hospital Universitario que la permitirá volver a escuchar después de una pérdida crónica de audición. Enrique Roviralta ha explicado que es importante que ambas pacientes mantengan contacto en una ciudad tan pequeña como Ceuta para que la experiencia de Shaida pueda ser motivadora. El empeño de los profesionales médicos de traer a Ceuta técnicas en las que se formaron en Holanda, como es el caso de Roviralta, ha permitido que varios servicios del Universitario, Entre ellos el de ORL, hayan hecho posible poner al alcance de todos los ceutíes el milagro de volver a escuchar. “Poder someterse a esta operación en Ceuta trae muchas ventajas, luego hay muchos servicios implicados, psicólogos, logopedas, las revisiones, las consultas, todo se puede hacer ahora aquí sin tener que desplazarse”, sostiene Roviralta.

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