EL POLÉMICO NEGOCIO de las EDITORIALes

La vuelta al cole supondrá un gasto medio de 300 euros por hijo

Se acerca la vuelta al cole y las familias desembolsarán una media de 300 euros por hijo en la adquisición de libros de texto y material escolar. Un gasto que supone un gran esfuerzo y reabre la polémica sobre el negocio de las editoriales que cambian los libros de un curso para otro.

Llega septiembre, un mes temido por los escolares que deben volver al colegio y por los padres que deben enfrentarse a la compra del material escolar. Este año las familias gastarán una media por hijo de casi 300 euros en gastos básicos como mochila, calzado, libros de texto, material escolar y ropa. El gasto varía entre los 230 euros y los 400 dependiendo del curso y del centro. El propietario de la papelería Sol José Bentolila, suma a esta cantidad unos 30 euros para la adquisición de cuadernos, carpetas, lápices y demás material escolar.

La decoración de este negocio ha cambiado. Decenas de cajas se agolpan llenas de libros que esperan ocupar las mochilas de los estudiantes de la ciudad. “Cada vez son más los padres que encargan los libros durante los meses de julio y agosto, bien porque se van de vacaciones o porque prefieren tenerlos con tiempo”, explica Bentolila. Y es que en esta papelería ser previsor permite ahorrar hasta un 15%, algo que los padres agradecen, sobre todo en aquellas casas donde hay más de un niño en edad escolar. Para facilitar la compra de libros de texto esta papelería facilita el catálogo completo de libros por curso y colegio a través de su página web.

 

 El negocio editorial

Los bolsillos de muchas familias deben hacer un gran esfuerzo para afrontar la vuelta al cole porque de un curso para otro los colegios y las editoriales cambian los libros de texto por lo que no pueden ser heredados entre hermanos. En la calle es habitual escuchar frases como “esto es un negocio de las editoriales y las papelerías”. Una afirmación que niega Bentolila, por lo menos en lo que “me incumbe. Para nosotros es un problema porque los libros que no vendemos no podemos devolverlos por lo que al final terminan en el contenedor. Yo soy el primero que apuesta por heredar los libros”.