LEY DE JURISDICCIóN VOLUNTARIA

Una pareja formaliza el primer divorcio ante notario tramitado en Ceuta

Una pareja de ceutíes ha formalizado el primero divorcio que se tramita en la ciudad ante notario al amparo de la nueva Ley de Jurisdicción Voluntaria, que entró en vigor hace ahora cuatro meses. 

Juan Olmedo Miguel Ángel Escobedo abogados
photo_camera Juan Olmedo y Miguel Ángel Escobedo, abogados del bufete que ha representado a la pareja en el procedimiento/ ANTONIO SEMPERE

El Registro Civil ha tramitado el primer divorcio de una pareja en Ceuta formalizado ante notario al amparo de la nueva Ley de Jurisdicción Voluntaria, en vigor desde hace ahora cuatro meses. La norma faculta a los notarios para tramitar expedientes de separación y divorcio, siempre que concurra mutuo acuerdo y no haya hijos menores, y concertar matrimonios. "Nos han comentado que éste puede ser el segundo o tercer divorcio que se formaliza ante notario en toda España", explica Miguel Ángel Escobedo, abogado del bufete Escobedo, Larrazábal y Olmedo que ha ejercido la representación de la pareja.

La notaría Ferrusola González se ha convertido, de este modo, en la primera que en la ciudad aplica una ley que introduce una mayor agilidad en la tramitación administrativa de los divorcios. “La nueva norma introduce, fundamentalmente, rapidez en la tramitación y un mayor ahorro puesto que no se requiere la contratación de un procurador”, revela Escobedo. 

La nueva ley atribuye a los 3.000 notarios la competencia en parte de los procedimientos no contenciosos que ahora se resuelven en los juzgados. Según establece la norma en lo referente a los matrimonios, los usuarios pueden elegir entre formalizar su enlace ante un notario, un juez, un alcalde o un secretario judicial. Éste último también podrá formalizar los trámites de un divorcio.

En el caso de Ceuta, la reducción de trabajo que la aplicación de la ley deparará a los registros civiles se hará menos evidente que en el resto del país. Ello es debido a que el Registro Civil de Ceuta tramita un gran número de expedientes matrimoniales de nacionales marroquíes, lo que comporta una mayor dificultad en su gestión ya que resulta preciso hacer verificaciones documentales que, en ocasiones, resultan gravosas en términos de tiempo y energías. Los distintos usos de la administración del país vecino, la exigencia de determinados requisitos formales y la obligación de verter al español los documentos redundan en un incremento del volumen de trabajo de la oficina.