Alambres de espino a la altura del cuello. Es lo que están viviendo los ciclistas en García Aldave, en concreto en uno de los senderos que lleva hacia el pantano, y que hoy, la inconciencia de alguien, ha dejado una grave caída para un ciclista y su paso por el hospital.
Estas trampas se desconoce quién las coloca pero es evidente que se hace para evitar que disfruten del deporte, obstáculos colocados en los caminos en busca de hacer daño.
Colocadas estratégicamente en una curva para evitar la visibilidad que las convierten en trampas peligrosísimas que solo tienen como fin provocar una desgracia.
Una práctica que se ha convertido en habitual en nuestro país y Ceuta no es ajena a ellas. Mientras los culpables esconden sus trampas al abrigo de las ramas, este ciclista, que nos ha hecho llegar su denuncia, no olivará ni el dolor por la caída y por las heridas porque asegura que la trampa ha sido "para matarse".