Su cuerpo fue encontrado calcinado en una playa de Juan XXIII un 13 de febrero

Un año sin saber qué le pasó a Vanesa y quién o quiénes son los culpables de su muerte

"El caso no puede quedar así y no vamos a parar hasta que nos digan qué le ocurrió a nuestra hermana", dicen Montse y África Martín, que quieren llevar el caso a las televisiones nacionales. El principal sospechoso huyó a Marruecos 
photo_camera Carlos, el padre de Vanesa observa desde su casa el lugar dónde fue hallado el cuerpo de su hija (C.A.)

La próxima semana se cumplirá un año del hallazgo del cadáver. Vanesa Martín desapareció un seis de febrero cuando salió por la tarde a comprar al supermercado. No regresó.

Fue una semana de búsqueda hasta que su cuerpo se encontró calcinado en una antigua construcción militar situada en la playa, frente a su casa. La zona se ve perfectamente desde la ventana del domicilio familiar en la barriada Juan XXIII. Una vista tormentosa difícil de soportar. Lo que algunos llamaron refugio o búnker fue derruido el pasado mes de agosto.

Montse, su hermana gemela, también se encarga de cuidar de Iker, el pequeño de tres años que quedó huérfano. Las otras dos hijas de Vanesa ya son mayores (18 y 21 años) y viven fuera de Ceuta con su padre. Montse tiene el apoyo en Ceuta de su hermana África ya que Rocío, la otra hermana de Vanesa, hace su vida en Murcia. Carlos, el padre de Vanesa, lleva el dolor como puede. Clotilde, la madre, falleció hace cinco años.

En conversación con África y Montse, enseguida comprendemos que nada se ha resuelto. Y así es. El pasado 31 de julio se levantó el secreto de sumario y la Policía continúa con la investigación, pero la clave está en el individuo que huyó a Marruecos con una orden de búsqueda en vigor. Un informe toxicológico realizado en Madrid y un vídeo grabado con un teléfono móvil son las únicas pruebas que tampoco aportan suficiente luz al caso. África Martín, sin contenerse, explica que “estamos muy decepcionadas con la Ciudad, la delegada del Gobierno y con la Policía mucho más”.

Después de la manifestación del 22 de marzo de 2019, que comenzó en Juan XXIII y terminó en Plaza de los Reyes, con la asistencia de unas doscientas personas, el caso Vanesa se ha diluido. Ni se ha solucionado ni nadie habla de él. La familia lo sufre.  

Montse cuenta que su casa “es como un infierno”, a través de las ventanas otea el lugar donde apareció el cuerpo de su hermana Vanesa. “Yo me estoy volviendo loca. Es una desesperación”, afirma. Y África añade que “mi padre no duerme por la noche porque allí estaba el búnker. Asegura que su hermana Montse le ha llamado muchas noches y que tiene que tomar medicación”. Todo se hace muy duro y “muchas veces se queda en mi casa, en el centro”.

Un caso difícil 

Ahora que se cumple un año y no hay noticias esclarecedoras de lo que le sucedió a Vanesa, las hermanas están por volver a la acción. África cuenta que Rocío quiere contar el caso en las cadenas nacionales de televisión, en Antena 3 o Telecinco, pero “hemos estado esperando a los resultados del examen de las muestras que recogieron del cuerpo de mi hermana”. Aseguran que no tienen información. “Ayer vine de hablar con el abogado y aún no sabemos los resultados de la autopsia”, afirma África, que añade que el caso “lo está llevando el juzgado” porque "de la Policía no hay noticias". 

Montse piensa que el caso lo han cerrado (la Policía asegura que sigue abierto) y opina que "no es lógico cuando todavía no tienen a nadie”, mientras que África sostiene que no les han explicado “si fue un crimen y de qué manera ocurrió. Con Ceuta estoy decepcionada. No nos han dicho nada”, añade la hermana de Vanesa.

Montse y África se quejan de falta de información y se sienten "abandonadas". Antes, iban a la comisaría “cada dos por tres” hasta que -según dicen- les dijeron que "el caso se había cerrado". De su abogado, África ha recibido una documentación con las declaraciones y “los que estaban con Vanesa no saben nada, dicen que la dejaron con otra persona que supuestamente se fue a Marruecos. Todos los que estaban allí aquel día aseguran que se marcharon y que la dejaron con ese hombre; eso fue lo que declararon, pasando la responsabilidad al huido. A partir de ahí no sabemos más”. Ellos, según África, se consideran inocentes “y yo no me lo creo, porque una sola persona no puede quemar a otra y trasladar el cuerpo”. “Pensamos que son más de uno”, dicen al unísono las dos hermanas de Vanesa.

Las hermanas califican la situación como “desesperante” y Montse quiere pensar que fue golpeada y que para eliminar las huellas quemaron el cuerpo. “No quiero imaginar otra cosa”, afirma con dolor.

Sin apoyos

Por la cabeza de la familia Martín ha pasado volver a organizar una manifestación con motivo de que se cumple un año, pero “esperarán” a que Rocío exponga el caso en "Espejo Público” y “eso nos lo vamos a reservar para después”.

Se quejan de que las promesas de la delegada del Gobierno han caído en saco roto: “ella nos dijo que no pararían hasta que se esclarecieran los hechos”, pero nada, afirma África, que lamenta que la promesa queda muy bien como "un lavado de cara”.

Tampoco están contentas con la Policía, de quien dicen que “han trabajado muy mal; que tenían que haber pedido refuerzos de personal especializado en este tipo de casos, que en Ceuta no se escuchan"

La familia quiere que se reactive el caso de Vanesa y que siga investigándose, porque a día de hoy “no sabemos en qué circunstancias murió”. “Ninguna persona se merece lo que le hicieron a mi hermana”. Montse y África están dolidas porque nadie fue a su casa a decirles lo que había pasado: “Todo el mundo se enteró de que se trataba del cuerpo de mi hermana, menos nosotras”. 

Han querido cambiar de vivienda para borrar de sus mentes el búnker. Solicitaron un cambio o permuta de Vivienda Pública en Emvicesa. Fue hace meses, pero no han recibido respuesta. Están condenadas a ver a diario desde la ventana de su hogar el espacio donde hallaron el cuerpo calcinado de Vanesa.

Las hermanas de Vanesa están “destrozadas” y repiten que no tienen el apoyo de nadie. El último contacto con el mando policial fue hace meses. “El caso no puede quedar así y nosotras no vamos a parar”. Seguirán luchando porque su hermana merece que se le haga justicia.