LA VíCTIMA RECIBIó SEIS IMPACTOS DE BALA

Condenan a siete años y medio de prisión a un militar por disparar al novio de su expareja

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha condenado a P.M.G.P., militar, a las penas de 7 años y 6 meses de prisión, inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo y suspensión de cualquier empleo en las Fuerzas Armadas que le permita el uso de armas de fuego durante el tiempo de la condena, como autor de un delito de homicidio.

ceuta center (2)
photo_camera La Audiencia Provincial condena a un militar a más de siete años de prisión por disparar contra un joven en el Polígono / ANTONIO SEMPERE

En la sentencia, en la que concurren el atenuante de confesión y el agravante de abuso de superioridad, se refleja la condena a las penas de 7 años y 6 meses de prisión, inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo y suspensión de cualquier empleo en las Fuerzas Armadas que le permita el uso de armas de fuego durante el tiempo de la condena y la prohibición de aproximarse a la víctima D.R.G. y a comunicarse con el mismo durante el período de 17 años y 6 meses, como autor de un delito de homicidio.

La Sala también condena a P.M.G.P. a abonar, en concepto de responsabilidad civil, a la víctima la suma de 149.029 euros, y a Asisa, Asistencia Sanitaria Interprovincial de Seguros Sociedad Anónima, la de 42.667,85 euros.También se ordena el decomiso de la pistola y los dos proyectiles intervenidos. El acusado también ha sido condenado a pagar la totalidad de las costas procesales, que incluirán las ocasionadas a su víctima.

La Audiencia Provincial da como hechos probados, tal y como se refleja en el documento, que el acusado y O.B.C. habían mantenido una relación sentimental, que se había roto antes del 03 de marzo de 2014. En esa fecha, O.B.C., mantenía otra con la víctima, D.R.G.

Según el relato, esa noche ambos a cenar en compañía de la hija que la O.B.C y el P.M.G.P.  habían tenido en común. Alrededor de las 00:00 horas del 4 de marzo de 2014 se dirigieron en un vehículo a la farmacia de guardia situada en el Polígono Virgen de África de Ceuta. El acusado, que llamó varias veces a su expareja mientras comía con aquéllos, salió en su busca, no sabiéndose con qué finalidad concreta, pero, en ningún caso, porque pensara que tuviera que quedarse con su hija esa noche, y la encontró en ese lugar.

O.B.C. advirtió su presencia y se lo indicó a la víctima, que se dirigió al citado establecimiento a pesar de que en varias ocasiones el autor de los disparos le había mandado mensajes diciéndole que lo iba a matar y que, ante la invitación a que se encontraran para aclarar la situación de ellos tres,  le hizo saber este último que si se veían era para acabar con su vida, propósito que le había manifestado también algunas veces personalmente a su expareja cuando le insistía en que tenían que reanudar su relación y que la actual no le convenía.

El acusado detuvo el automóvil en el que se había desplazado hasta allí casi en paralelo al de ellos sin hacer uso del freno de estacionamiento. Por tal motivo se desplazó hacia aquél en el que se encontraba su expareja, quien le alertó de ello con voz elevada, y lo accionó, saliendo fuera del mismo.

Al oírlo, la víctima se volvió hacia donde estaban los otros tres. A continuación, P.M.G.P., militar y tirador experimentado le disparó al menos seis veces a una distancia de entre dos y cinco metros con intención de matarlo. Para ello utilizó una pistola de la marca Walther, modelo P99, recamarada para cartuchos de 9 milímetros parabellum, propiedad del mismo, que no se ha determinado si llevaba consigo en algunas situaciones específicas, al igual que dos cuchillos de cerámica de 10 centímetros de hoja que también portaba, o la cogió expresamente para hacer uso de ella esa misma noche.

 

Tras los disparos, la víctima abandonó el lugar para ponerse a salvo, no pudiendo continuar su huida cuando llegó a un portal, donde llamó a varios porteros electrónicos para demandar ayuda.

Mientras, O.B.C. se colocó delante de su expareja y le recriminó lo que había hecho, tras lo cual se dirigió el arma a su propia cabeza, ante lo que aquélla le intimó a que la bajara, lo que hizo, indicándole posteriormente que se marchara cuando empezó a congregarse gente por la zona, lo que hizo en el automóvil en el que había llegado hasta allí.

 

Heridas graves

Como consecuencia de los disparos la víctima sufrió inmediatamente los siguientes daños corporales: Herida por arma de fuego, con orificio de entrada en la región deltoidea y orificio de salida en la cara posterior del hombro; herida por arma de fuego, con orificio de entrada en la región deltoidea y orificio de salida en la región interescapular izquierda; herida por arma de fuego, con orificio de entrada en el tercio medio del borde radial y orificio de salida en la cara anterior del tercio distal del antebrazo derecho; herida por arma de fuego, con orificio de entrada en la cara posterior del tercio medio del antebrazo izquierdo con trayecto interno con fractura conminuta del tercio medio del radio y orificio de salida en el tercio proximal de borde cubital; herida por arma de fuego, con orificio de entrada en la cara anterior del lado derecho de la bolsa escrotal y de salida en la cara posterior del lado derecho de la misma; herida por roce tangencial en la cara interna del tercio proximal del muslo derecho tras la salida del proyectil de la bolsa escrotal; herida por arma de fuego, con orificio de entrada en la región epigástrica izquierda, que causó en su trayecto interno otra anfractuosa del hígado, perforación de la vesícula biliar en dos planos con estallido de litiasis, una más tangencial gastroduodenal en dos planos y fractura parcelar de la cresta ilíaca derecha y, finalmente, orificio de salida en la región lumbar derecha.

Tras realizar los disparos, el autor de los mismos acudió a la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta sobre las 00:45 horas y dijo al miembro de dicho Cuerpo que estaba en la puerta que había disparado al “querido de su mujer”, haciendo entrega al mismo del arma utilizada. En ese lugar, donde se le intervinieron, además, los dos cuchillos que también que portaba, un cartucho real de aquélla y otro de fogueo, afirmó que lo había matado, a pesar de que no sabía cuál había sido el desenlace de lo ocurrido, por ser esa la impresión que tenía tras la actuación que había llevado a cabo.