Eran las nueve de la noche de un viernes de carnaval. La ciudad no tenía sueño y recibía al fin de semana en las calles, pese a la bajada de las temperaturas. Un operativo especial del Cuerpo Nacional de Policía, con unos 100 efectivos, se preparaba para poner en marcha controles de seguridad en varios puntos de la ciudad. Antes, en la sede de la Dirección General, el Jefe Superior de Policía de Ceuta, Javier Daniel Nogueroles Alonso, daba las últimas instrucciones. Y la 'comitiva' se ponía en marcha. Desfila por Martínez Catena.
Así arrancaba el turno de noche para casi un centenar de policías nacionales llevando a cabo 20 despliegues por diferentes puntos de la ciudad.
A las diez de la noche, ya estaban en El Príncipe Alfonso. La barrida bullía de actividad. Niños correteando por la calle y madres que regresaban a casa, después de un largo día cargadas con bolsas de la compra, se mezclaban con el resto de vecinos del barrio. Algunos no estaban demasiado felices por el despliegue policial en la plaza del padre Salvador Cervós.
Los efectivos se desplazaban a pie por las estrechas callejuelas de El Príncipe. En fila de a uno, los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía empezaban a sentir la animadversión por parte de cierto sector de los vecinos. Los insultos comenzaban a sobresalir entre el creciente murmullo. Volaba alguna botella de cristal pero los integrantes del operativo no perdían la compostura. Llegaba el momento de pedir la filiación y llegaron las primeras detenciones.
Carlos López Cea, inspector jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana en Ceuta, encabezó un amplio operativo que realizó una serie de controles en diferentes puntos de la ciudad, desde Príncipe Alfonso al Poblado Marinero.
El objetivo que se pretende con estos dispositivos de control, que se iniciaron anoche y que se van a repetir durante varias noches, con el apoyo del grupo especial de la UIP (llegados de Sevilla), es intensificar la realización de actas de aprehensión de sustancias estupefacientes y armas así como la búsqueda de personas que están reclamadas judicialmente.
Unos despliegues que no se habían puesto en marcha hasta ahora pero que son muy eficaces a la hora de conseguir información y así detener a personas que están reclamadas en llamados judiciales y obtener los resultados que busca la nueva Dirección General de la Policía Nacional y así "controlar la delincuencia que hay en la ciudad que tampoco es tanta" aseguró Carlos López.
Los psicólogos hacen referencia a la sensación subjetiva de seguridad, "cuando veo una luz azul en la calle, estoy tranquilo, sobre todo a determinadas horas del día" argumentó López Cea, por lo que estos controles sirven para incrementar la sensación de seguridad de la población. Dentro de los objetivos del operativo está la detención de los autores de la quema de contenedores y vehículos.
López Cea también aseguró que la presencia de la policía en las calles, con este tipo de controles, no debe verse como algo anecdótico, porque están para servir y proteger. El inspector jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana lleva a gala ese lema, asociado a los Cuerpos y Fuerzas de seguridad del estado, cuando un grupo de niños, asombrados por el número de efectivos desplegados en Príncipe Alfonso, se le acercaron y le preguntaron qué estaba pasando. Carlos López no tuvo inconveniente en hablar con ellos.
Pero la noche no había hecho más que empezar. Siguiente punto, Hadú y así hasta las seis de la madrugada cuando el turnó acabó con 5 detenidos, 28 actas de tenencia de sustancias estupefacientes y 13 por tenencia de armas u objetos peligrosos.
