Según Fernando Reinares y Carola García-Calvo, investigadores del Real Instituto Elcano, la colaboración antiterrorista entre ambos países es “fundamental para España” actualmente “es mejor que nunca en sus dimensiones judiciales y policiales”.
Una faceta de dicha colaboración “ofrece a Rabat –añaden- ventajas de las que puede hacerse un doble uso que no siempre coincida” con los intereses nacionales españoles.
Incidiendo en ello, ambos investigadores, quizá los más reputados del entorno europeo en el ámbito del terrorismo,, subrayan que “la excepcional movilización yihadista relacionada con Siria e Irak que tiene lugar desde finales de 2011 invita a reflexionar sobre el mantenimiento y la mejora de la misma”.
La matanza del 11 de marzo de 2011 en Madrid supuso un salto “cualitativo” en dicha cooperación. Los servicios de información que operan en la zona, tanto los operativos españoles en Ceuta y en la zona norte de Marruecos, mantienen un diálogo constante. Se han alejado tópicos añejos de forma que las actuaciones a uno y otro lado de la frontera del Tarajal se encuadran en un dinamismo que fortalece las relaciones bilaterales. Es cierto que se han producido actuaciones en Ceuta y también en Castillejos (a tres kilómetros de la frontera) de enorme importancia, tanto en el plano de la lucha contra la captación de personas dispuesta a unirse a Daesh en Siria e Irak, como las dispuestas a cometer atentados en ambos países, por no descartar a aquellos desplazados a la zona en conflicto que regresan y que se encuentran en disposición de cometer atentados, amparados también por la instrucción militar y terrorista que han recibido.
Se pone de relieve en el informe el hecho de que la cooperación antiterrorista entre las autoridades españolas y las marroquíes se produce “contra actores individuales y colectivos implicados en las actividades de terrorismo yihadista, es decir, inmersos en actividades terroristas inspiradas en una u otra manifestación de la ideología del salafismo yihadista”.
Así, “esta visión fundamentalista y belicosa del credo islámico es una de las variantes del salafismo y como tal resulta extraña al entendimiento consuetudinario de la religión, concretamente a la escuela y el rito malikí”. Esta es la forma “oficial y moderada del islam propia de la gran mayoría de los musulmanes en Marruecos”, quienes suponen un total del 99,45 de la población del país vecino, en su totalidad prácticamente sunníes.
Tanto las autoridades judiciales –Fiscalía de la Audiencia Nacional- como policiales españolas –servicios de información del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil- coinciden en señalar que la cooperación con Marruecos, en estos momentos, “se desarrolla en términos muy positivos, mejor que nunca antes”.
