historias de crímenes

Crónica negra reciente de Ceuta

Un tiroteo entre la Policía y el acusado de la muerte de un hombre en la calle Argentina, el apuñalamiento mortal de un turista marroquí en La Ribera, el disparo que hirió gravemente al joven Hicham Mohamed, una agresión por la que fueron detenidos dos militares... Una sucinta crónica negra de los tres últimos años en Ceuta. 

Detención de El Chino 17 mayo 2016
photo_camera "El Chino" es detenido tras el tiroteo que mantuvo con la Policía (C.A./ARCHIVO)

El número 35 de la calle Argentina se convirtió en un infierno. Los agentes de la Policía Nacional que permanecían apostados frente al domicilio “El Chino” no podían imaginar aquel 17 de mayo de 2016 el recibimiento que el fugado pensaba dispensarles.

La investigación había conducido a los agentes a las puertas de aquella vivienda, donde suponían que se escondía el quien reputaban como presunto autor, apenas tres días antes, del asesinato de “El Mape”, muerto de un disparo en la cabeza frente al polifuncional “Mustafá Mizzian” de la barriada El Príncipe.

A primera hora de la mañana, “El Chino”, consciente del asedio al que estaba siendo sometido después de varios días de fuga, decidió defenderse por las bravas de los policías. Según relatarían más tarde el delegado del Gobierno y el jefe superior de Policía, el cercado llegó a disparar con dos pistolas hasta en quince ocasiones a los agentes.

La determinación violenta del huido no era desconocida a esas horas para la Policía Nacional. Los investigadores ya tenían a “El Chino” como el autor de dos intentos de homicidio cometidos antes y después de la muerte de “El Mape”. La victima del primero de ellos, un joven que circulaba en motocicleta, fue arrollado con un vehículo todoterreno y, posteriormente, expuesto a una ensalada de disparos de la que, milagrosamente, salió ileso. La Policía también consideraba a “El Chino” autor de otro tiroteo que acabó con un segundo joven herido de bala en una rodilla.

Tras una operación que los mandos policiales calificaron de “altísimo riesgo”, “El Chino” fue finalmente detenido.

 

Un año difícil

Aquel 2016 fue un año difícil para los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Cuatro muertes violentas y un caso sin esclarecer mantuvieron en vilo a los investigadores.

Pocos días después de la detención de “El Chino”, otro suceso conmocionaba a la sociedad ceutí. Una anciana de 82 años fallecía a consecuencia de un golpe en la cabeza en atraco a las puertas de su domicilio en la calle Alférez Provisional. Un ladrón intentó arrebatarle el bolso de un tirón, con tan mala fortuna que la mujer acabó precipitándose por unas escaleras.

En julio, una disputa en el Polígono Virgen de África acababa con la muerte de un marroquí de 33 años a manos de un joven de 19. La víctima recibió una herida mortal en el pecho con un arma punzante. El autor del crimen acabaría entregándose y reconociendo en el juicio su responsabilidad en el crimen. La Fiscalía y la defensa acordaron la imposición de una pena de prisión de diez años.

VIVIENDA CALLE DEL DIAMANTE ASESINATOPasaje del Diamante, emplazamiento de la vivienda donde fue hallado un cadáver en septiembre de 2016 (C.M.)

La ola de crímenes no se detendría aquí. El 11 de septiembre los vecinos de la calle Diamante, en El Recinto, decidían alertar a la Policía ante la alarma creada por los ruidos procedentes de una de las viviendas. Los agentes desplazados al lugar descubrían en el interior del domicilio el cadáver de un hombre de 67 años sobre un charco de sangre y con evidentes signos de violencia. La identidad de los asaltantes no pudo determinarse.

Pero, probablemente, el caso que más conmoción causó en la sociedad ceutí aquel año fue la agresión sufrida en octubre por el joven Hicham Mohamed. Aquella madrugada de sábado, dos sargentos de la Legión llevaron más allá su noche de fiesta.

Tras visitar varios pubs, llegaron hasta el Paseo Colón donde, según relataron los testigos,  comenzaron a importunar a un grupo de niños. Hicham trató de intervenir para defender a los pequeños y, por toda respuesta, uno de los sargentos le descerrajó un tiro en el abdomen.

El joven tardaría semanas en restablecerse de sus heridas tras permanecer en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario.

Los implicados en la agresión serían detenidos tres días después cuando se encontraban de maniobras en la localidad almeriense de Viator.  El autor de los disparos, identificado como un sargento primero de 42 años, no llevaba ni tan siquiera dos meses destinado en la ciudad. Según reveló la policía, el militar no tenía intención alguna de entregarse y, de hecho, planeaba deshacerse de la pistola que utilizó para disparar contra Hicham.

La crónica negra de aquel año se cerraba con la muerte de una puñalada de un joven de 18 años. La víctima fue asesinada a la salida de un cafetín en Claudio Vázquez.

 

La muerte de Ibrahim

El año que precedió a este terrible 2016 sólo registró una muerte violenta. Un disparo acababa el 24 de julio de 2015 en El Príncipe con la vida de un adolescente de 16 años. El victimario, otro joven de 19 años que respondía al alias de “El Loquillo, acabó entregándose a la Policía. La Audiencia Provincial condenó el pasado mes al acusado del crimen a una pena de prisión de 20 años.

ASESINATO DE IBRAHIM ARRAOUI PLAYA LA RIBERAPolicías y sanitarios atienden a Ibrahim Arraoui, ya herido de muerte (C.M.)

2017 sería el año del asesinato de Ibrahim Arraoui, un joven marroquí que perdió la vida durante un atraco en la playa de La Ribera. Ibrahim pasaba el día en Ceuta con un amigo cuando encontró la muerte.

A las cuatro y media de la tarde, el muchacho caminaba por la playa cuando fue asaltado por un grupo de menores. Ibrahim y su amigo trataron de defenderse. La respuesta de los agresores fue brutal. Varias puñaladas acababan de manera fulminante con la vida del joven marroquí.

A duras penas, y herido de muerte, la víctima logró subir las escaleras que conducen a la calle Independencia, donde cayó fulminado.

En el juicio, el autor material del apuñalamiento fue condenado a una pena de siete años de internamiento en régimen cerrado y tres años más de libertad vigilada. Los otros dos menores que le acompañaban en el momento del crimen recibieron condenas de un año de internamiento y otro en libertad vigilada.