Según publica el diario El País, cuatro meses después de que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) abriera expediente a cinco presidentes de territoriales imputados en la Operación Soule, la comisión directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD) se ha declarado incompetente para suspenderlos cautelarmente y ha trasladado la responsabilidad a las respectivas comunidades autónomas de los investigados.
Entre los cinco presidentes se encuentra el de la Federación de Fútbol de Ceuta, Antonio García Gaona, que es uno de los que forma parte de la red clientelar que según el juez Santiago Pedraz tejió Ángel Maria Villar durante su mandato como presidente de la Federación Española de Fútbol. Antonio García Gaona es administrador de la agencia de viajes Trujillo. Entre el 2009 y el 2015 facturó a la Mutualidad y a la Federación más de 700.000 euros.
En el caso de los cinco primeros, prosigue la información del rotativo nacional, al haber dimitido de la junta directiva de la Federación, el CSD no puede suspenderl según aconseja el informe de la abogacía del estado. El movimiento de la dimisión como directivos federativos nada más conocer que se les abriría expediente destapa un agujero en el sistema del que se aprovecharon para no ser suspendidos.
