CRIMEN EN EL TARAJAL

Declaran en el juicio los cuatro menores acusados del homicidio de Said Abriual

El juzgado libra un oficio para que la Policía lleve mañana al juzgado a uno de los testigos, que hoy no ha comparecido.

Juzgados interior (1) (Custom)
photo_camera Vista oral por homicidio contra cuatro menores/A.S.

El Palacio de Justicia ha acogido hoy la primera de las sesiones por la muerte del marroquí Said Abriual, acaecida el 25 de agosto del año pasado, como consecuencia de varias puñaladas y golpes. En el banquillo se sientan cuatro menores de edad.

En esta primera sesión han declarado los cuatro imputados –cuyas defensas piden la libre absolución- así como varios testigos. También declararon varios guardias civiles y policías nacionales que se hicieron cargo de la investigación. Un testigo que debía comparecer hoy no lo ha hecho, por lo que se ha librado oficio para que la Policía se encargue de su personación en la vista, que continúa mañana.

En efecto, mañana viernes está previsto que preste testimonio el equipo técnico psicosocial del juzgado, al tratarse de menores, y el forense que practicó la autopsia al cadáver.

En un primer momento parece que tanto la Fiscalía como la acusación particular se encontraban escasas de prueba, si bien a lo largo de la jornada de hoy han ido surgiendo nuevos argumentos.

El Ministerio Fiscal les acusa de un delito de homicidio con el agravante de abuso de superioridad y otro de robo con violencia e intimidación. Solicita para ellos el internamiento en un centro en régimen cerrado por periodos que oscilan entre los 5 y los 8 años, además de libertad vigilada de entre 3 y 5 años.

Los hechos ocurrían el citado día a las 7 de la mañana, cuando el marroquí Said Abriual, de 24 años, era asaltado en el cruce de Martínez Catena con Príncipe Felipe por cuatro menores que le conminaron a entregarle sus pertenencias. Al negarse la víctima, uno de los asaltantes lla emprendió a puñaladas y el resto a golpes. Abriual fue herido por arma blanca en la axila, el antebrazo y el muslo izquierdos, además de una en el tórax, que fue la que le causó la muerte.

Tres días más tarde fue hallada el arma del crimen en una casa abandonada de El Príncipe.