Tal y como ya publicó Ceuta Actualidad el pasado 30 de agosto, en la tarde noche del día 29 del mismo mes, en la oficina de denuncias de la Jefatura Superior de Policía de Ceuta, se personaba una ciudadana marroquí, con permiso de residencia en España, y que responde a las iniciales de A.B acompañada por dos de sus hijos, denunciando el secuestro de una de sus hijas, O.E.A de quince años de edad con una minusvalía psíquica.
El secuestro, según la denunciante, se había llevado a cabo en Ceuta por parte de uno de sus hermanos y su esposa, pidiendo a cambio de la menor la cantidad de quince mil euros en efectivo o la entrega de un vehículo de su propiedad.
Los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía de la Jefatura, que se hicieron cargo del caso, activaron los protocolos establecidos para los casos de secuestros, a la vez que comunicaban los hechos a la Autoridad Judicial, iniciándose una investigación en el entorno del hermano de la denunciante, citando a la misma en dependencias policiales al día siguiente a la denuncia. La denunciante no asistió alegando encontrarse fuera de la ciudad atendiendo asuntos familiares.
Fruto de las primeras investigaciones se pudo comprobar que la denunciante, en el año dos mil cinco, había presentado otra denuncia por el secuestro de uno de sus hijos menores por parte de su ex pareja en la localidad de Gandía, donde residía y reside actualmente, exigiéndole el pago de doce mil euros por la menor, resultando ser una denuncia falsa, tal y como quedó acreditado en las Diligencias tramitadas al efecto y tramitadas a la Autoridad Judicial competente.
Sobre las doce horas del 31 de agosto son detenidos el hermano de la denunciante y su esposa (K.B y R.E.M), que se presentaron voluntariamente en la Jefatura Superior al tener noticias de que eran buscados por la Policía como presuntos autores del secuestro.
A las trece horas del mismo día, se persona en las dependencias policiales la denunciante acompañada de sus dos hijos y continua manteniendo la veracidad del secuestro, así como las exigencias económicas para la devolución de la menor.
Ya por la tarde, alrededor de las diecinueve horas del mismo día, y ante las evidencias tras las arduas investigaciones llevadas a cabo por los policías actuantes, que demostraban que tal secuestro no se había producido, la denunciante termina admitiendo la falsedad de los hechos, alegando que lo había hecho para vengarse de su hermano con el fin de que lo metieran en la cárcel. El motivo, al parecer, era por una deuda que no le había satisfecho.
La menor había estado todos los días con ella en Tánger y en estos momentos se encontraba en el domicilio de una amiga entre Tánger y Larache, por lo que fue detenida por simulación de delito y posteriormente puesta en libertad por indicación judicial, al igual que su hermano y su cuñada, aunque con la obligación de comparecer todos ellos ante la misma Autoridad Judicial mañana martes, día 6 de septiembre