La Guardia Civil detuvo ayer al conductor de un vehículo que pretendía embarcar en uno de los ferris del Estrecho con 112 kilos de resina de hachís ocultos en el interior del automóvil. La incautación fue posible gracias a la intervención de los perros del Grupo Cinológico de la Comandancia.
Tras la inspección de los perros, los agentes sometieron a un registro más detallado al vehículo, un Fiat Multiplace de matrícula francesa, que permitió descubrir la droga oculta en un doble fondo practicado en el interior de las botellas de gas de propulsión del turismo.
El pesaje final del hachís incautado arrojó un resultado de 112,450 kilos, una cantidad que habría adquirido un valor en el mercado de unos 180.000 euros.
El conductor del vehículo, un francés de 48 años, fue detenido y acusado de la presunta comisión de un delito contra la salud pública. En el momento de su arresto, el hombre viajaba acompañado de sus dos hijos menores. Ambos fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Menores de esta Ciudad.
