Los guardia civiles estaban patrullando la carretera y se encontraron en el kilómetro 48, sentido Sevilla, el citado vehículo. A los agentes les llamó la atención como el conductor al verles tomó su teléfono móvil y realizó una llamada, exponiéndose así a ser detenido por una infracción de tráfico.
Delante de la furgoneta circulaba un vehículo «de gama alta», un Audi A-6, que hizo sospechar a los agentes que podría estar realizando funciones de lanzadera.
El conductor de la furgoneta, que responde a las iniciales M.A.M.G., tiene 39 años y es vecino del barrio ceutí de Sarchal, se mostró nervioso y comenzó a realizar «maniobras extrañas». El del Audi A-6 también aceleró la marcha ante la presencia policial. Ambos vehículos se dieron a la fuga y fueron perseguidos por la Guardia Civil.
En la salida 92, que lleva hacia la localidad de Paradas, el turismo se detuvo. Su conductor, un vecino de Marbella aunque natural de Barcelona, de 32 años y que responde a las iniciales J.M.G.A., aseguró que no sabía nada de la furgoneta.
El conductor de la furgoneta condujo en zig-zag varios kilómetros, haciendo caso omiso a las advertencias de la Guardia Civil. Finalmente decidió parar en las inmediaciones de una gasolinera, en el kilómetro 45. El sospechoso confesó que llevaba una carga de 1.671 kilos de hachís.