La Interpol comienza la llamada “Operación Neptuno”, por la que ha enviado sus buques a 8 puertos del Mediterráneo para colaborar con las autoridades de estos países a identificar posibles terroristas durante la temporada de verano.
Según el comunicado oficial de la propia Interpol, el objetivo es hacer frente a las posibles amenazas que aumentan por los traficantes de drogas y armas, que utilizan principalmente las rutas del Mediterráneo para desplazarse entre el norte de África y el sur de Europa.
Entre los países que lideran este dispositivo se encuentran España, Marruecos, Francia, Italia, Argelia y Túnez.
Durante la primera semana de esta operación, se han realizado más de 350.000 búsquedas en las bases de datos de la agencia policial internacional, demostrándose que los pasaportes robados son un "elemento clave" para el movimiento de terroristas, especialmente para los combatientes terroristas extranjeros que regresan de zonas de conflicto.
El resultado de esta primera semana ha sido la detección de cuatro presuntos combatientes terroristas y la localización de una persona desaparecida.
