caso emvicesa

"¿Dónde está Antonio?, ¿dónde está mi dinero?"

El negocio se le iba de las manos a Antonio López, exgerente de la sociedad municipal Emvicesa, en febrero de 2017 cuando los “clientes” amenazaban con ir a la justicia.

Antonio López
photo_camera Salida de los Juzgados de Antonio López después de la publicación de la "lista fantasma" / ARCHIVO

El ex gerente de Emvicesa, Antonio López, se esfumó a finales de 2016. Los “clientes” y los intermediarios no paraban de cruzar llamadas telefónicas. En las conversaciones hacían conjeturas sobre el paradero de López y sobre viajes a Londres hasta que López se presenta en Ceuta el tres de febrero de 2017 con la intención de dar la cara y tranquilizar a las personas que le están reclamando grandes cantidades de dinero. Tras ese viaje, pocos “clientes” consiguieron recuperar algo de lo invertido por lo que los ánimos estaban calientes y ya llegaban amenazas de poner todo en manos de la justicia en el mes de febrero de 2017, el mismo en el que se llevó a cabo la detención de López.

Antes de eso, mensajes en el buzón de voz de López como este: “mira Antonio, soy Basilio, llevo tiempo sin saber nada, y a ver, contéstame, dime algo por lo menos, llevo ya mucho tiempo y me están obligando, me están amenazando aquí, dime lo que tu.... Creas conveniente, porque llevo tiempo sin saber nada, yo he sido prudente pero... dime ya lo que hay, venga gracias, hasta luego”.

La desaparición de Antonio y el nerviosismo de los clientes queda retratado en otras tantas transcripciones de conversaciones sobre el entramado de las VPO que han sido añadidas recientemente al sumario. Por ejemplo, esta otra entre el intermediario conocido como Mohamed, Hamed Alí, y uno de los clientes: “Te digo, le estoy llamando y no me lo coge, yo le llamado la última vez y me dijo me voy unos días a Lóndres a arreglar unos temas y cuando venga te llamo, pero estoy llamando y no me coge, el teléfono suena pero no me coge ¿me entiendes?” pregunta Mohamed a lo que contesta el “cliente”: “Pues pidamos a Dios y ya está”.

Otros muchos querían presentarse incluso en Marbella directamente para llevarse las cantidades que adelantaron por una vivienda. Es el caso de uno de los “clientes” que ante la desesperación amenaza también con ir a la justicia y es recriminado por el intermediario Hamed Alí que le llega a decir que por su culpa se conocería todo el entramado. En su desesperación por recuperar el dinero el cliente dice: “Es que tampoco puede ser así, porque uno aguanta, aguanta, llega un momento en que uno espera tanto, que ya lo doy por perdido, entonces digo, voy a la justicia, si pierdo, pierdo, si gano, gano.” La respuesta del intermediario de López es clara: “Aunque vayas por el tema ese, una vez que ellos lo saben, no vas a poder llevarte nada, porque las autoridades no le van a decir que te devuelva lo tuyo, os van a poner una multa a los dos y a mí, el dinero no te lo va a devolver.”

Las presiones del cliente por recuperar su dinero, en este caso 12.000 euros, continúan por lo que finalmente el intermediario acepta ir con él a Maberlla: “yo me pongo en manos de la justicia y lo que me de la Justicia lo acepto, me pone una multa, me la pone, me quiere llevar por delante, me llevan, pero yo no puedo perder así por así mis doce mil euros, Mohamed, por favor”, a lo que el intermediario contesta: “Mañana, martes subimos los dos a verle y ya está”.

El negocio se les iba de las manos, en el mismo mes en el que se procedió a la detención de López, como pone en evidencia esta conversación en la que se amenaza con la Justicia y está recogida el 6 de febrero de 2017, justo un día después del viaje de López a Ceuta.