El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha enviado a prisión a la joven ceutí de 21 años detenida el pasado martes en el marco de la Operación Kibera. El magistrado ha adoptado la misma medida con los otros detenidos puestos a su disposición. La quinta arrestada, una menor de edad, ha sido ingresada en un centro de menores de Madrid. El juez ha imputado a los detenidos un delito de integración en organización terrorista.
La joven ceutí está acusada de integrar una red dedicada a la captación de jóvenes mujeres para su envío a las zonas de combate de Siria e Irak. Según ha detallado el Ministerio del Interior, la organización de captadores trabajaba con arreglo a un preciso protocolo y utilizando, como herramienta fundamental, las redes sociales. A través de éstas, las captadoras difundían mensajes propagandísticos en los que denunciaban la crisis de valores de la sociedad occidental y hacían apología de los valores del Islam desde una interpretación extrema. Las reclutadoras se encargaban de difundir los mensajes y de filtrar las respuestas a fin de practicar la selección de las futuras víctimas.
Una vez concluida la fase de captación, las elegidas eran redirigidas a foros privados de WhatsApp, donde las reclutadoras se expresaban de manera más explícita lanzando consignas que, finalmente, desembocaban en mensajes en los que se invitaba a las víctimas a pasar a la acción.
Finalmente, se practicaba una última selección a foros más exclusivos, donde se multiplicaban las medidas de seguridad. Cuando el proceso culminaba se producía el contacto personal entre reclutadora y reclutada previo al desplazamiento a las zonas de conflicto.
La investigación se ha visto dificultada por las férreas medidas de seguridad de la organización.