El asesinato de Lisvette, una joven de 16 años, ha conmocionado al distrito madrileño de Tetuán. Los padres de la adolescente encontraron el pasado miércoles el cuerpo de la adolescente desnudo, envuelto en una manta, con un golpe en la cabeza y con cortes en ambos lados de la cara. La puerta de la casa no estaba forzada y el móvil de la chica no se ha encontrado. Este viernes, la Policía centra toda su atención en el entorno cercano de la joven, sobre todo, en su exnovio.
Fuentes de la investigación han relatado a los medios que Lisvette vivía en un su domicilio familiar junto a su madre, su padrastro, dos hermanastros y una hermana. Sin embargo, en el interior de la vivienda también vivía un inquilino al que le tenían alquilada una habitación. Todos ellos han asegurado que se trataba de una chica "tranquila" que "apenas salía de casa". De hecho, no usaba redes sociales y que solo salía con chicas porque su madre era muy estricta, han explicado varios amigos cercanos a la joven.
Fuente: Estrella Digital