La sociedad ceutí ha expresado este jueves a través de sus representantes públicos su solidaridad con el pueblo de Algeciras tras el terrible ataque sufrido durante la jornada de ayer. La muerte del sacristán de la iglesia de La Palma, Diego Valencia, a manos de un joven marroquí de 25 años, ha conmocionado a los ceutíes después de saberse que la Audiencia Nacional investiga la agresión como un ataque terrorista. Yassine Kajaan, detenido como el asesino del sacristán, también hirió de gravedad al sacerdote salesiano Antonio Rodríguez.
Las puertas del Palacio de la Asamblea han acogido a mediodía una concentración de repulsa por el asesinato de Valencia. La concentración ha contado con la presencia de representantes de todos los grupos políticos representados en la Asamblea, del delegado del Gobierno, Rafael García, el vicario general de Ceuta, Francisco Jesús Fernández Alcedo, el delegado de la Comisión Islámica en Ceuta, Hamido Mohamed, y el representante de la Comunidad Hindú, Ramesh Chandiramani, entre otros.
Un gesto de Ceuta hacia Algeciras que el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, presentaba como una expresión de «solidaridad con la ciudad hermana de Algeciras». «Queremos poner de manifiesto nuestra más absoluta condena por estos ataques, expresar nuestro deseo de una pronta recuperación a los heridos y nuestra condolencia y pésame a los familiares y amigos de la persona asesinada», ha manifestado Vivas, quien también ha mostrado su apoyo a la labor de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
