El Servicio Marítimo de la Guardia Civil conseguía ayer lunes abortar el transporte de 1.143 kilos de hachís. La actuación se inició en torno a las ocho y media de la tarde cuando los agentes advirtieron la presencia a 16 millas al este de Punta Almina de una embarcación semirrígida. La tripulación de la lancha, de 12 metros de eslora y propulsada por tres motores de 425 caballos, empezó a maniobrar para eludir a los guardias civiles.
Los agentes llegan a puerto tras su intervención (GUARDIA CIVIL)
Los ocupantes de la semirrígida desoyeron las indicaciones y las señales acústicas que les instaban a detenerse. Comenzó entonces una persecución durante la cual los tripulantes de la lancha decidieron arrojar al mar los fardos de arpillera que transportaban a bordo. Durante su huida, los narcotraficantes maniobraron la semirrígida con movimientos y giros que llegaron a poner en peligro la integridad física de los agentes.
Ante la imposibilidad de alcanzar a los fugados, el Servicio Marítimo optó por recoger la mercancía arrojada al mar: 36 fardos que contenían un total de 1.143 kilos de hachís.
La investigación para dar con el paradero de los ocupantes de la semirrígida continúan.