AUTO DEL CASO EMVICESA

La jueza destaca que los trabajadores de Emvicesa acataban órdenes irregulares

En el auto de conclusiones, la titular del caso Emvicesa afirma que de las diligencias practicadas en el proceso, "se sabe y es una realidad constante, repetida, y clamorosa que ningún actor en el proceso de adjudicación de viviendas sabe cuál es el proceso de selección, quien lo hace, quien los fiscaliza, como se eligen los adjudicatarios, cuando y donde se publican las listas".

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photo_camera Imagen de uno de los registros llevado a cabo en las instalaciones de Emvicesa (C.A.)

Esta situación ha sido razón directa y germen de cultivo, razona la jueza, de la venta de las viviendas por parte de la organización criminal, de forma que a sabiendas por López de que nadie cumplía con su función, ni denunciaba la situación de Emvicesa, ni controlaban los procesos de selección, y movido siempre por un ánimo de enriquecimiento a costa de los más desfavorecidos, fue aprovechado por la organización para lucrarse vilmente, haciendo realidad ese espeluznante y espantoso rum rum que sufrían los ciudadanos de Ceuta, y no sin razón, de la tremenda situación que venía sucediendo con venta de las viviendas públicas, entiende la magistrada.

Especial relevancia tendrían los miembros de la Empresa Municipal de la Vivienda en la trama criminal organizada por López para obtener el enriquecimiento, dado que dichos funcionarios, que participaban con funciones administrativas en el procedimiento de selección de los adjudicatarios de vivienda, bien en régimen de alquiler bien en régimen de propiedad, y que llevaban entre 15 y 30 años trabajando en dicha empresa municipal, han actuado a las órdenes irregulares del cabecilla de la trama, a sabiendas de que las directrices que tomaban y la selección de beneficiarios de las viviendas que éste hacía, ni eran respuesta del proceso legal de selección ni eran fiscalizadas por la Comisión local de la Vivienda (órgano encargado de la fijación de criterios, control de proceso de selección, fiscalización y aprobación de listas provisionales y definitivas), y lejos de negarse a cumplir dichas ordenes, las acataban a sabiendas de su injusticia. Que un funcionario público o el empleado que haces las veces de funcionario por gestionar el patrimonio común, no cumpla con sus funciones y permita la terrible situación que se vivía en Emvicesa, solo puede contestarse por confirmar que obtenían réditos.

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