el vandalismo engrosa la cuenta de gastos de la empresa de autobuses

El precio de las pedradas

Los actos vandálicos cometidos sobre los autobuses del transporte urbano suponen para la empresa concesionaria del servicio un desembolso económico que hace tiempo dejó de ser extraordinario. 

autobús
photo_camera Estado del último autobús de la flota apedreado (CEDIDA)

Los actos vandálicos que desde hace meses sufren los autobuses de transporte urbano están ocasionando perjuicios incontestables a la calidad del servicio y a las cuentas de Hadú-Almadraba, empresa concesionaria.

 Los dos últimos ataques a los vehículos de la flota, registrados sobre los coches que prestaban el servicio extraordinario nocturno de feria, no han hecho sino incrementar los gastos a los que ha de hacer frente la empresa para reparar los autobuses dañados. Hadú-Almadraba ha invertido en lo que va de año en torno a 40.000 euros en las facturas de los servicios de taller.

“La saña del último ataque no la habíamos visto nunca”, explica el gerente de la empresa, Manuel Cuéllar, en referencia al apedreamiento sufrido por uno de los autobuses en la madrugada del lunes. Los apedreamientos registrados durante la Feria han dejado fuera de servicio los dos vehículos dañados. Uno de ellos volverá a circular mañana mientras el otro todavía deberá permanecer en talleres todavía unos días más.

En estos días, la disponibilidad de autobuses se ha visto mermada además por la paralización temporal, a la espera de recibir las pertinentes autorizaciones administrativas, de dos autobuses recientemente adquiridos por la empresa.

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