La residencia universitaria no cumple el pliego de condiciones, según los estudiantes

Denuncian falta de mobiliario y de mantenimiento por parte de la empresa concesionaria que no da explicaciones a los inquilinos

photo_camera La ventana está mal sellada, sucia y no se puede abrir / A.S.

Hace dos cursos académicos que se inauguró el campus universitario en el 54. Entre sus instalaciones se puso en marcha la residencia de estudiantes, servicio externalizado por concesión a la empresa Clece, que abona a la Ciudad un canon mensual de 1.060 euros y recibe 224 euros por cada una de las 42 habitaciones de la residencia, precio en el que están incluidos los gastos de luz, agua e internet.

Ceuta Actualidad ha estado en la residencia femenina, donde comparten vida 21 estudiantes y, lejos de lo que se pueda pensar al tratarse de una instalación relativamente nueva, son muchas las deficiencias que presenta.

En primer lugar las chicas denuncian que hasta el 29 de enero de este mismo año no contaban con una sala común. “Después de amenazar a la empresa con ir a los medios, nos pusieron esta sala con dos lavadoras y dos secadoras bajo llave, un microondas, una nevera y dos sofás.”, explica una de las estudiantes, “pero se les olvidó poner una mesa y unas sillas donde comer” a pesar de que en el pliego de condiciones se especifica que es responsabilidad de la empresa el mantenimiento de las instalaciones así como amueblar y equiparlas completamente. Las chicas piden también una televisión en la sala, “en las habitaciones tenemos toma de antena pero no se coge ni un canal”. Les gustaría que instalaran en esta sala una vitro cerámica pero es inviable en tanto en cuanto en el pliego se prohíbe cocinar por razones de seguridad e higiene.

Hasta que se abrió esta sala común, los estudiantes debían lavar su ropa a mano y colgarla en las habitaciones. “Al final la ropa olía a humedad porque no hay ningún tipo de ventilación en las habitaciones”, explica una estudiante de Enfermería, que asegura que ahora están un poco mejor “por lo menos un día a la semana viene la chica de la limpieza y pone las lavadoras de todas pero claro, somos 21 chicas y si no da tiempo a lavar tu ropa, tienes que esperar una semana porque la puerta del cuarto donde están los aparatos se cierra con candado”. Con el pliego de condiciones se aclara que la explotación de la residencia solo incluye alojamiento, por lo que queda excluido el servicio de lavandería y cocina.

Ventanas selladas pero mal 

Las habitaciones abuhardilladas son individuales y cuenta con baño propio pero también detrás de cada puerta hay deficiencias. Las ventanas están mal selladas y cuando llueve se filtra agua y “nos cae en la cama, por eso, las hemos tenido que mover”. Los cristales de las ventanas, a una altura de 3 metros aproximadamente, están llenos de excrementos de gaviotas cuando en el pliego consta que trimestralmente se limpiarán los cristales y elementos situados en altura.  Otro problema añadido a estas ventanas es que no tienen persianas y no se pueden abrir para airear la estancia.

En el pliego de condiciones de la adjudicación se concreta que “el concesionario correrá con los gastos de suministro de agua, electricidad y tasa de recogida de residuos sólidos urbanos, así como de los costes de mantenimiento, conservación, reparación y reposición de las instalaciones, maquinaria y mobiliario , que sean necesarios para la correcta y adecuada prestación del servicio”. Según han explicado las estudiantes hubo una chica que estuvo tres semanas sin luz en el baño y “como los techos son tan altos y no tenemos escalera no pudimos cambiarla nosotras”. También sin luz está el pasillo de la residencia por las noches. “Tenemos que ir a ciegas o con la luz del móvil”. Algo que no se entiende porque mientras hablábamos con las estudiantes a las 11.30 de la mañana el pasillo estaba iluminado.

Estos estudiantes aseguran haberse puesto en contacto con la empresa que o no les contesta o lo hacen “con muy malos modales”. Los mismos con los que ha respondido a Ceuta Actualidad la delegación de la empresa en la ciudad asegurando que no están autorizados a hablar con los medios de comunicación.

Por otro lado, este medio ha intentado ponerse en contacto con algún responsable político del área de Educación para que nos contara su versión de los hechos a sabiendas que la residencia es un servicio externalizado. Queríamos saber si en el gobierno tienen constancia de estas quejas y qué tipo de seguimiento se hace a estos servicios explotados por terceros pero ha sido imposible que la viceconsejera, Rocío Salcedo, nos atendiera en sustitución de la consejera que por motivos de salud no está disponible.

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