La testigo evanescente

Algunas personas concentradas en el lugar donde el 10 de agosto de 2014 asesinaron a "Gufito" hablaron de una testigo cuya existencia no ha podido ser corroborada. Los policías que intervinieron en el dispositivo han declarado este miércoles en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial.

gufito
photo_camera Un momento del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial/ C.A.

La del 10 de agosto de 2014 fue una madrugada particularmente ajetreada para la Policía Nacional en Ceuta. El recuerdo de aquella jornada ha sido evocado hoy ante los miembros del jurado por los agentes que intervinieron ese día en el operativo desplegado con motivo del asesinato de Mohamed Ennakra “Gufito”.

Según los testimonios de los policías, pasadas las doce y media de la noche  una llamada alertó del ingreso en el Hospital Universitario de un herido de bala. Uno de los agentes que acudió a la llamada recuerda cómo en el camino, ya en el Puente Quemadero, encontró un turismo empotrado contra una farola. “Pese al impacto, todavía continuaba encendida”, ha explicado.

El vehículo presentaba impactos de bala. En torno a él, medio centenar de personas hacían corrillos. Los policías se detuvieron en el lugar para custodiar el automóvil que, pronto, relacionaron con el hombre que había sido evacuado minutos antes de urgencia al centro sanitario.

Los curiosos formulaban comentarios y señalaban a una misteriosa mujer que habría sido la que dio la voz de alarma. Según algunos de los curiosos concentrados en la zona, la testigo habría caminado desde el lugar del accidente a las casas habitadas más cercanas para alertar de que un hombre acababa de ser asesinado. La mujer habría dado una descripción de lo sucedido que incluía a dos individuos a bordo de una motocicleta desde la que se habría disparado contra la víctima. Ninguna de las indagaciones policiales permitió avalar la veracidad de la historia ni la existencia misma de la misteriosa mujer que, de existir, se habría convertido en la segunda testigo presencial del crimen.

La calma que fue invadiendo el lugar de los hechos se trasladó inmediatamente al Hospital Universitario, donde ya corrían versiones confusas sobre la identidad de los autores. En un ambiente de crispación y reproches, la escena se pobló de voluntarios que confiaban a la Policía Nacional sus sospechas. Ninguna de ellas, sin embargo, pudo ser corroborada por cuanto que nadie se presentó en dependencias policiales para defender su relato. La insólita presencia de un individuo ataviado con un chaleco antibalas aportaba una nota estrafalaria al momento.

 

¿Entre bandas?

Los testimonios de los agentes en la sala presentaban el crimen como el resultado de rencillas entre bandas. Los policías situaban a los acusados  Fathi Z.M.A. e Ibad C.M. y a la víctima en grupos enfrentados. Los primeros, como miembros activos de una banda de delincuentes; el segundo, como un colaborador ocasional para la organización enemiga.

Las referencias de los letrados en sus interrogatorios a la vinculación de “Gufito” con una banda armada que opera en El Príncipe ha sido el detonante de un incidente protagonizado por los familiares del fallecido. Una pregunta de una de las defensas ha indignado a dos mujeres que seguían la vista como público quienes, a voz en grito, han negado que la víctima mantuviera ningún tipo de relación con actividades delictivas. Ambas han sido expulsadas de la sala.

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