difícil cuadrar gastos e ingresos

Las cuentas de López

Un informe policial sobre las actividades económicas del principal investigado en el caso Emvicesa revela operaciones inmobiliarias "extrañas" y un "suntuoso" nivel de vida. 

Antonio_López (Custom)
photo_camera El exgerente de Emvicesa, en el acto de la jura de su cargo como viceconsejero de Vivienda/ CEUTA.ES/ARCHIVO

Antonio López, el principal investigado en el caso Emvicesa, manifestaba ramalazos solidarios en la utilización de su dinero. Estos gestos quedan consignados en las pesquisas que la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional. Un informe de los agentes sobre los movimientos económicos de López fechado en agosto del pasado año revela donaciones a Unicef formalizadas entre 2012 y 2014. Las aportaciones a la organización humanitaria en esas fechas ascendieron a 565 euros. Animado, probablemente, por la cautela que se presume a los hombres prácticos, López depositó en ese periodo otra cantidad a favor de una entidad que, si bien no podría ser considerada una oenegé, sí era, obviamente, una organización que le había procurado no pocas satisfacciones. Al menos hasta ese momento. La cosa es que el PP recibió de su generosidad en el mismo periodo 1.150 euros.

Estos desembolsos estaban, de largo, al alcance del bolsillo del exgerente de Emvicesa. Otros no. Y en ellos se detuvo la atención de la Policía.

El año en el que hacía efectiva una donación a Unicef por valor de 250 euros, López adquirió un flamante Porsche Boxster, un lujoso deportivo para el que solicitó un préstamo de 120.000 euros. La operación no pasó desapercibida para los investigadores. “Lo que resulta curioso es que el plazo para la amortización de este préstamo se haya fijado en trece meses, lo cual supondría una cuota mensual bastante alta y difícilmente asumible con un sueldo como el del investigado”, recoge el informe policial. López percibió aquel año de la Ciudad retribuciones que alcanzaron los 39.548,16 euros.

El alto nivel de vida mantenido por el exgerente y las sospechosas transacciones que cerró entre 2009 y 2014 le pusieron en el foco de atención de los policías. Estas operaciones están incluidas en lo investigadores definen como “riesgos advertidos”: “la concurrencia de acciones de interposición de sociedades o personas físicas del entorno del investigado a la hora de adquirir diferentes bienes inmuebles”.

De entre todas estas operaciones, el informe policial cita la adquisición en enero de 2014 de una vivienda en la calle Alfau. La compra, que cerró junto a un segundo comprador, ascendió a 250.000 euros. Apenas tres meses más tarde, López vende la mitad indivisa de la vivienda por 100.000 euros a la persona que la había adquirido junto a él.  El pago se satisface con dos cheques bancarios nominativos por valor de 50.000 euros con cargo a la cuenta del segundo comprador que, al tiempo, libera a López de la deuda de 200.000 euros que mantenía con los anteriores propietarios. Una operación que, a juicio de los investigadores, resultaba “muy extraña y poco productiva” para el comprador.

“Además de entregar a los antiguos propietarios la cantidad inicial de 50.000 euros con cargo a su cuenta, ‘regala’ 100.000 al señor López apenas tres meses después para hacerse con la mitad indivisa que éste adquirió junto a él, y que no le supuso riesgo económico ni inversión alguna”, concluye el informe. El expediente urbanístico que pesaba sobre la vivienda no hizo sino alentar las sospechas de la Udyco.

 

Gastos, ingresos

Además de su lujoso deportivo, López era propietario de varias viviendas en Ceuta, Marbella y Cádiz. No era un secreto que al exgerente le gustaba vivir bien. Cada vez pasaba más tiempo en su domicilio de la Costa del Sol. Sólo en 2015 la Policía contabilizó más de 70 viajes en ferri. López gastaba en buenos restaurantes, en la adquisición de obras de arte, joyas y relojes caros.

Pero sus cuentas resultaban problemáticas. Según el informe de la Udyco, el exgerente se había lanzado a la adquisición, en muy poco tiempo, de un buen número de inmuebles; había mantenido unos elevados gastos corrientes; afrontaba cuotas de préstamos altas (en 2011 llega a abonar 7.300 euros mensuales) y, todavía, tenía solvencia para avalar créditos solicitados por familiares. Y todo ello con un salario que rondaba los 40.000 euros anuales.

Las cuentas no salían. Al menos, no a la Policía. Según los investigadores, López había desembolsado entre 2009 y 2014, sin considerar los gastos corrientes, una cantidad que superaba en más de 260.000 euros sus ingresos.

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