El joven declaró este martes en sede judicial

Una madre relata lo padecido por su hijo con un profesor investigado por presunta corrupción de menores

La madre de un joven, presunta víctima de un profesor del colegio San Agustín., detenido en noviembre del pasado año por la Guardia Civil por un presunto delito de corrupción de menores relacionado con fotografías de contenido sexual cuenta, cuenta los detalles de los hechos sufrido por su hijo.

captura de rtvceuta madre del menor
photo_camera Captura de imagen de la entrevista a la madre de la RTVCE

En una entrevista concedida a Radio Televisión Ceuta y de la que se ha hecho eco Ceuta Actualidad, la madre del joven, que declaró, según la información de la cadena pública, este martes, pide que otros padres denuncien.

En su testimonio, la madre explica que era su profesor de Física y Química y de Gimnasia y que le había invitado a merendar junto a otros niños, hecho que se “convierte en una cosa normal y él cada dos por tres los invita”.

También precisa en las declaraciones a RTVCE que consulta el hecho con otras madres de niños del centro, “aunque mi sorpresa es que todas me hablan fenomenal de él”, refiriéndose al profesor del centro.

La progenitora detalla que un día llama a su hijo por teléfono y que éste le comenta que “está en un coche que se ha comprado esta persona dando una vuelta por Benzú”. En ese momento, agrega, se preguntó que ¿cómo se puede montar en un coche un niño si el permiso de sus padres?

También alude a que en el cumpleaños de su hijo, el profesor le hace un regalo “de unas zapatillas que valen 80 euros”.

Ante estos hechos, la madre confiesa que se alarma y “cogí el móvil de mi hijo y pensaba que me iba a morir”.

Comprobó entonces una cantidad de mensajes “indecentes” enviados por parte de esta persona, ante lo cual lo “único que hice fue irme a denunciarle a la Guardia Civil”.

La madre de este joven lo único que “pido es justicia y animo a la gente que vaya a denunciar, ya que son niños pequeños”.

La progenitora no alcanza a entender como la justicia tarda cuatro meses en emitir una orden de alejamiento, periodo en el que “me consta que este señor se veía con mi hijo en el laboratorio; con mi hijo y con más niños” Es algo “que no lo puedo entender”, puntualiza.

 

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