Fuerzas especiales de la seguridad marroquí han logrado desarticular a una célula terrorista vinculada a Daesh (el Estado Islámico) en varios puntos del país, incluyendo Tánger. Ayer domingo, el Ministerio del Interior marroquí difundió un comunicado de prensa en torno a la operación antiterrorista, la primera de gran envergadura que lleva a cabo la nueva Oficina Central de Investigación Judicial (BCIJ), que depende orgánicamente de la Dirección de Seguridad del Territorio. No se ha informado acerca del número de detenidos.
Según el departamento que dirige el ministro Mohamed Assad, la célula desmantelada había urdido un complot para atentar “contra la seguridad y la estabilidad del Reino”.
Los esfuerzos proactivos de la seguridad del Estado marroquí para responder a las amenazas terroristas tuvieron repercusión en Agadir, Tánger, Laayounne, Bonjaad, Tiftet, Marrakesh, Taroundant, Ain Harouda y el Aiuún del Esste.
La misma fuente agregó que en la intervención se encontraron armas de fuego y abundante munición. Al parecer, los objetivos eran políticos, militares y civiles. También pretendían realizar ataques para conseguir más armamento.
Los miembros de la red desmantelada han jurado lealtad al líder de Daesh también para reclutar y enviar a través de financiación extranjera a jóvenes marroquíes para unirse a las filas de la organización terroristas.
Al término de la operación, los sospechosos van a ser puestos a disposición de un tribunal, una vez concluya la investigación de la Fiscalía.
El BCIJ, bajo supervisión del propio Ministerio Fiscal, se ocupa de delitos tales como robo, tráfico de drogas, tráfico de armas y explosivos, terrorismo, amenazas a la seguridad del Estado, así como falsificación de moneda. Está prevista la creación de unidades regionales del BCIJ.
