Agentes de la Policía Local, adscritos a la unidad del 092, detuvieron esta madrugada en la calle Independencia a dos menores del Centro La Esperanza, por robo en un vehículo.
Los policías advirtieron que una persona se encontraba en un vehículo estacionado en la zona, con medio cuerpo dentro del coche, y otra en actitud vigilante al lado. Ante la presencia policial salen corriendo en dirección Martínez Catena, por lo que se advierte a otras unidades con el objeto de cerrarles el paso.
Uno de ellos fue detenido a la altura del Club Natación Caballa y el otro en Alférez Provisional. Una ulterior inspección por parte de los policías dio como resultado que el coche en el que los jóvenes habían estado tenía un cristal roto, concretamente el de la puerta del conductor. Había sido rota por el impacto de una piedra y el interior del automóvil se encontraba revuelto.
Los agentes se ponen en contacto con el propietario del automóvil y una vez que éste hizo acto de presencia manifiesta que habían sustraído bolsas con bebidas alcohólicas y zapatillas. Tras una búsqueda, los agentes localizan en la escalera de la Ribera una bolsa con diez botellas de alcohol y dos bolsas que contenían ropas, zapatillas y latas de comidas. Las diligencias se instruyeron en las dependencias de la Jefatura del Cuerpo Nacional de Policía.
En otro orden de cosas, agentes de la Policía local, también de la unidad del 092, reciben aviso de que un individuo había sustraído el bolso de una mujer en el paseo del Revellín.
Uno de los agentes, que se encontraba en la calle Padilla, observa a un individuo que oculta un bulto bajo su chaqueta y que se detiene bruscamente al advertir la presencia policial.
Le da el alto y el individuo emprende la huida por Fuente Caballo y se da aviso a otras unidades para cercarlo. Se le localiza momentos después. Cacheado, encuentran los policías un teléfono móvil y una billetera de color negro que contenía, precisamente, la documentación personal de la mujer.
El individuo es trasladado a dependencias policiales y allí se encontraba la víctima, que reconoció como suyos el teléfono y la billetera. Se instruyeron diligencias.
