Este miércoles el Palacio de Justicia vuelve a acoger nuevas declaraciones relacionadas con el caso Emvicesa. En esta ocasión la juez Raquel Lucini se verá las caras con la suegra del empleado de la naviera, que hace unas semanas quedaba en libertad provisional con cargos, y con dos técnicos de la empresa municipal de la vivienda. Todos acuden en calidad de testigos para intentar esclarecer aún más esta trama que se ha convertido en el mayor caso de corrupción ocurrido en Ceuta.
El pasado 20 de junio, Lucini elaboraba un auto por el que dejaba en libertad provisional con cargos al trabajador de la naviera, en prisión desde hace cuatro meses. El empleado conseguía su libertad pagando una fianza de 3.000 euros y teniendo que acudir a firmar todos los 1 y 15 de cada mes.
Concretamente, el 17 de febrero esta persona fue detenida y acusada de los delitos de prevaricación, malversación, falsedad documental, cohecho y pertenencia a una organización criminal.
En su segunda declaración el empleado reconoció haber pagado 12.000 euros al exgerente de Emvicesa por una vivienda para su suegra. También aportó que se encontró con López en un garaje y que su mujer fue a Marbella a recoger la cantidad de 2.000 euros. Ahora, la suegra deberá explicar estos hechos.
Según ha podido saber Ceuta Actualidad, la juez va a continuar con la investigación pero en estos momentos no encuentra indicios para mantener más tiempo en prisión al detenido, que por su relato solo pagó dinero por obtener una casa, como muchas otras personas que han prestado declaración durante este proceso.
Junto al trabajador de la naviera prestaron declaración el empleado de una empresa municipal y Antonio López cuya situación procesal no cambiará.
Éstas eran las primeras declaraciones que se realizaban desde que se levantara el secreto de sumario y desde que la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz desestimara la recusación de la magistrada Lucini presentada por el abogado José María Calero en representación de López.
