fiscalía de menores conoce los hechos

El Mundo denuncia que el presunto abusador y camello de los mena continúa en la calle

El periodista regresa a la ciudad para comprobar "si el fiscal de Menores ha vuelto a mirar para otro lado" en relación a su denuncia sobre estos menores que son drogados y víctimas de abusos sexuales.

Menores
photo_camera Los menores intentan colarse en cualquier camión para cruzar a la península / C.A.

El periodista Lucas de la Cal ha vuelto a Ceuta días después de la publicación en el suplemento dominical “Crónica” de El Mundo de un reportaje en el que denunciaba abusos sexuales a menores extranjeros no acompañados. Un trabajo en el que no solo cuenta el día a día de estos chicos que mientras esperan cruzar a la península esnifan pegamento y beben escondidos en la antigua Estación de Ferrocarril. Tras pasar una jornada con estos menores, el periodista pudo ver cómo el supuesto “cuidador” de estos chicos, les facilitaba el pegamento y “metía la mano por detrás del pantalón a Abderahman de 13 años mientras este le acariciaba la nuca y le suplicaba que le diese un poco de pegamento. También vimos como el adulto manoseaba los muslos y acariciaba la cara de niños como Ussama, Hassim, Abdu... sin querer ni poder imaginar lo que hará cuando esté a solas con ellos”.

El reportero puso en conocimiento de la Fiscalía de Menores estos hechos hace dos semanas y de vuelta a la ciudad ha comprobado que “el fiscal ha vuelto a mirar para otro lado. Al camello y abusador no le hemos visto pero tampoco lo han detenido".

En la noticia del periódico nacional se recuperan extractos del dominical. “Cuido a los chavales. Me ocupo de ellos. Si no es por mí no tendrían ni para comer. El hombre no titubea. Lo dice convencido con una medio sonrisa y mirando a los ojos. Lo mismo dijo la noche anterior antes de que los canutos y el alcohol cayeran copiosamente en su estómago y se quitase la careta. La de un buen tipo que es el único que se preocupa por los niños abandonados. Entonces mostró su verdadero rostro. El del hombre que droga y abusa de unos críos”.

Según este periódico, este camello tiene poco más de 40 años, nació en la ciudad de Berkan, al nodeste de Marruecos y “dice que ha recorrido medio mundo trabajando en la huerta y en la construcción, desde Almería hasta Chile y Brasil”.Él “es la pieza fundamental de la cadena de violencia, drogadicción y marginación que envuelve a los menores extranjeros que no quieren ir al centro que la ciudad autónoma dispone para ayudarles”.