En la vista solo fue necesario el testimonio de uno de los policías nacionales que lo interceptaron en el puerto cuando trataba de embarcar hacia Algeciras. Se contaba también con otro testigo: un agente del CNP que iba a declarar por videoconferencia desde Galicia, pero finalmente tanto la Fiscalía como la defensa consideraron más que suficiente el testimonio del agente que declaró personalmente.
La detección de la falsificación se produjo en el puerto. Los policías requirieron la documentación de la persona y el individuo exhibió una carta de identidad de origen aparentemente belga, pero iba plastificada burdamente y los rasgos faciales no coincidían con la persona en cuestión. Se da la circunstancia de que después de ser trasladado a dependencias policiales en el puerto, se halló en su poder la verdadera documentación que le podría haber acreditado.
