El acusado negó todos los hechos y dijo que iba acompañado por una menor de edad y también por otro menor, cuando se abordaron a un hombre al que le sustrajeron un teléfono móvil y un paquete de tabaco. Le pusieron un cuchillo en el cuello y otro en la espalda.
La menor, que acudió esposada y escoltada por policías nacionales a la sala del Juzgado de lo Penal número 1 en calidad de testigo, admitió que fue ella la que perpetró el delito. De todas formas, se fueron desmontando los testimonios de los acusados a medida que avanzaba la vista oral, que ocupó casi toda la mañana en la sala. Será juzgada en el Tribunal de Menores, no en el Juzgado de lo Penal número 1. No obstante, ella se mostró reacia a entrar en sala, indicando que no le habían permitido fumar en los calabozos del Edificio Ceuta Center y profirió algunos gritos e insultos. Finalmente, en sala, se fue tranquilizando, aunque una vez realizado su testimonio autoinculpatorio, siguió dando voces hasta su conducción a calabozos.
Testimonios de agentes del Cuerpo Nacional de Policía que intervinieron en la actuación, como consecuencia del requerimiento de la Sala de Jefatura, desvirtuaron la presunción de inocencia del acusado. El hombre, joven, que fue asaltado, llamó por teléfono a su padre desde un terminal móvil de un amigo. El progenitor se presentó en el lugar y auxilió a su hijo.
La víctima testificó mediante videoconferencia ante la sala y reconoció sin género a dudas al hombre que le habría puesto un cuchillo en el cuello para robarle.
La menor se acusó a sí misma de ser la autora de los hechos. En todo caso, la defensa pidió la libre absolución de su patrocinado, si bien dijo que en caso contrario habría que considerar por parte de la sala diversos atenuantes, como la colaboración con la justicia y la reparación del daño, de forma que entiende que se debería rebajar la tipificación del delito a robo con intimidación.
Acepta tres años y un día de prisión por tráfico de drogas
Por otro lado, un hombre se conformó con una pena de prisión de tres años y un día por un delito de tráfico de drogas, en el transcurso de un juicio celebrado este lunes en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta. Fue hallado en posesión de casi 5,5 kilogramos de hachís en la frontera de El Tarajal. Los llevaba adosados, distribuidos en unas 70 tabletas, en la cintura y en las piernas. Deberá hacer frente a una multa, además de la pena de cárcel a pagar una multa de casi 5.500 euros. Si no puede hacer frente a ella o bien carece de bienes embargables, deberá cumplir tres días más de cárcel.
Tres años y dos meses de cárcel por intentar pasar a la península unos 17 kilos de droga
Por último, B.D. comparecía este lunes ante la sala del Juzgado de lo Penal número 1 para responder como autor criminalmente responsable de un delito de tráfico de drogas. Aceptó una pena de prisión de tres años y dos meses como consecuencia del intento de introducir droga hacia la península.
Viajaba en un vehículo, con el que pretendía embarcar hacia la península, en el que transportaba unos 17,3 kilogramos de hachís, con un índice de pureza muy alto, de algo más del 37% en lo referente al tetrahidrocannabil, el principio activo del hachís. Fue localizado por agentes de la Guardia Civil el día 1 de marzo en el control de embarque portuario. La droga iba distribuida en 69 bloques y estaba oculta en el salpicadero del coche y en algunos huecos en el vehículo.
