La Fiscalía ha solicitado que no haya suspensión de la pena en el caso de dictarse una sentencia condenatoria, por lo que de ser condenado debería cumplir el castigo en la cárcel. El asunto ha quedado visto para sentencia.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 19 de abril en la playa de la Ribera. Dos chicas muy jóvenes se encontraban tomando el sol cuando un individuó se posicionó muy cerca.
“Mi amiga no se había dado cuenta –dijo la primera de las testigos- pero yo sí. Le advertí de lo que estaba ocurriendo”. “Mostró su miembro”, dijo. Ha expresado que se encontraba a corta distancia de ellas, a unos “seis o siete pasos”.
La segunda de las testigos, la menor de edad, que cumplirá 18 años en octubre, ha dicho que “apareció el señor. Yo lo ví después. Se estaba tocando y después se la sacó, a unos cinco o seis pasos de nosotras y nos miraba. Se empezó a masturbar”.
Iba vestido con una camiseta gris, pantalones vaqueros “de un color muy raro”, dijeron, y unas botas. “Estaba sentado y no habló con nosotras”, ha declarado la menor.
Según el representante del Ministerio Fiscal los hechos están “perfectamente acreditados” –las chicas denunciaron los hechos ante autoridades policiales- y ha dicho que los testimonios en sala de las dos muchachas no incurrieron en contradicciones.
“Se acercó a la menor y su acompañante y realizó actos obscenos, incluso una posible masturbación”, ha manifestado el fiscal en la fase de conclusiones definitivas.
Por su parte, la defensa ha pedido la absolución del acusado, que no ha comparecido a la vista oral, y ha dicho que había ciertas “dubitaciones”en los testimonios de las dos chicas, que el hombre no habló con ellas y que por ello no podía saber que una era menor de edad. Ha pedido en todo caso una pena inferior en dos grados a la solicitada por Fiscalía y además ha pedido la suspensión de la pena porque el individuo, aunque tiene antecedentes penales, los mismos serían cancelables al efecto del juicio celebrado.
