El atraco a punta de pistola sufrido ocurrido el sábado en la barriada del Príncipe por unos trabajadores de Trace y la posterior reacción de su Comité de Empresa al respecto ponen encima de la mesa dos debates que nos obligan, a todos los actores sociales, a posicionarnos, dice la formación en un comunicado.
Es indudable que en Ceuta existe, desde hace tiempo, una sensación generalizada de inseguridad. No obstante, hace unos días, en la reunión que tuvieron con nuestro diputado por Cádiz, Juan Antonio Delgado, tanto la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) como el Sindicato Unificado de Policía (SUP), trasladaron a Podemos que Ceuta no es una ciudad especialmente delictiva en términos numéricos, sino que el problema reside en la falta de medios.
Opiniones que deben ser tenidas en cuenta a la hora de buscar soluciones, dice la nota. Dotar de medios y recursos a aquellos que deben velar por nuestro bienestar es absolutamente imprescindible, pero si Podemos manifiesta que quiere luchar de una manera más profunda contra la delincuencia concentrada, mayoritariamente, en las zonas más deprimidas, y debemos ser capaces de articular políticas públicas que contribuyan a un mayor acercamiento y una menor desigualdad entre el centro y la periferia.
El otro debate, según la formación, gira en torno a la decisión del Comité de Empresa de Trace de dejar de prestar servicios en la barriada del Príncipe hasta que no les acompañe una escolta policial.
El partido le parece bien que la Policía acompañe a los trabajadores, aunque no tanto la forma de conseguirlo, ya que entienden que es una decisión tomada en un momento de tensión producido por el reciente atraco a unos compañeros.
Si los trabajadores de Trace no se sentían seguros a la hora de prestar servicio en la barriada, podían haber llevado a cabo diferentes medidas legales y, en último término, convocar una huelga que, sin ninguna duda, hubiera contado con el apoyo de Podemos, del mismo modo que nuestra fuerza apoyó la huelga de los trabajadores de la limpieza contra el gobierno de Ana Botella el pasado año en Madrid, por poner un ejemplo.
La formación dice que no es lo mismo plantear una huelga que decidir que se deja de recoger la basura en un barrio determinado, un barrio que, ya de por sí, sufre la estigmatización de una parte considerable de la sociedad.
