La Policía Nacional mantiene abiertas las pesquisas sobre el intento de secuestro que implica a tres ciudadanos belgas detenidos durante la noche del pasado viernes en el entorno del Arroyo del Infierno, en la barriada de Benzú. Los investigadores no descartan nuevas detenciones
Una llamada recibida en la sala del 091 a las 23.30 horas del viernes en la que se alertaba de que una persona estaba siendo introducida contra su voluntad en el interior de un vehículo llevó a desplegar a varias dotaciones policiales en la zona de Benítez. Nada más llegar al lugar de los hechos, uno de los vehículos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) fue recibido por un coche que embistió a la patrulla. Acto seguido, y cuando los agentes se disponían a neutralizar a los ocupantes del coche, un segundo automóvil les atacó, consiguiendo arrollar a uno de los agentes.
Los tres ocupantes del primer coche opusieron una violenta resistencia a la detención, hasta el punto de que el que ocupaba el asiento del acompañante del conductor intentó arrebatar su arma reglamentaria a uno de los policías, lo que dio lugar a un intenso forcejeo durante el cual se produjeron tres disparos, que no causaron daños personales. Dos de las personas que se encontraban en el interior del coche resultaron detenidas mientras la tercera se daba a la fuga.
En el maletero del automóvil se hallaba la víctima del secuestro que, aunque permanecía consciente, presentaba múltiples contusiones y heridas.
El segundo vehículo implicado en los hechos fue interceptado por otra patrulla de la Policía, contra la que chocó frontalmente en varias ocasiones. Dos agentes lograron reducir al conductor al que tuvieron que extraer del automóvil a través de la ventanilla ante la actitud violenta que mostraba.
Uno de los detenidos es lama Nordin Benallal, de 41 años, un criminal belga con un amplio historial delictivo en su país que en 2014 protagonizó una espectacular fuga en helicóptero de una cárcel de Brujas. Los otros dos arrestados son M.B., de 37 años, y M.N., de 39. Todos ellos están acusados de la presunta comisión de los delitos de detención ilegal, atentado contra agente de la autoridad, lesiones y contra la seguridad del tráfico.
La Policía intervino a los detenidos, además de los dos vehículos utilizados en el intento de secuestro, numerosa documentación personal y billetes de barco y una gran cantidad de dinero en metálico. El dispositivo contó con la colaboración de la Guardia Civil y la Policía Nacional.
