Según informa el Ministerio del Interior, los detenidos formaban una célula terrorista que se encontraba en un "peligroso nivel de activación", pues la policía marroquí evidenció que habían planeado ataques terroristas de gran envergadura y mantenían reuniones nocturnas donde realizaban entrenamientos físicos llegando, incluso, a simular decapitaciones.
Estas pruebas desencadenaron la rápida desarticulación de la célula, liderada por un hombre de 39 años, de nacionalidad española, origen marroquí y residente en Melilla, que ha sido arrestado en Marruecos al encontrarse ocasionalmente en dicho país.
Seguir leyendo en Estrella Digital