el cuerpo dispone de 284 agentes

El Gobierno impulsará una reestructuración de la Policía Local cuya eficacia cuestionan los sindicatos

El consejero de Gobernación, Jacob Hachuel, anuncia que en el transcurso de los próximos meses, y tras el nombramiento del futuro superintendente del cuerpo, promoverá el proceso para la reorganización de las unidades. 

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photo_camera Agentes de la Policía Local patrullan por la Plaza de los Reyes/ ANTONIO SEMPERE/ARCHIVO

“Optimizar los recursos que tenemos y situar a los agentes en los lugares donde hoy resultan más necesarios”. El consejero de Gobernación, Jacob Hachuel, ha planteado en estos términos el proceso de reestructuración organizativa de la Policía Local que su departamento pretende impulsar en el transcurso de los próximos meses.

Hachuel, que ya el pasado diciembre avanzó su intención de reordenar las unidades del cuerpo y la adscripción de los policías a cada una de ellas, ha justificado su proyecto en la necesidad de adaptar la estructura de la Policía Local a las necesidades actuales de la ciudad.

“Tengo curiosidad por saber cómo lo va a hacer”, replica, no sin ironía, el responsable de Policía Local del sindicato CSIF, Jaime Hoyos. Sus dudas no son las únicas que se dejan oír entre los representantes sindicales de los agentes.

Desde 2009, y hasta este mismo año en el que el Gobierno ha sacado a concurso nueve plazas, el número de agentes en servicio no ha hecho más que reducirse. La actual plantilla del cuerpo está integrada por 284 policías, muy lejos de los 320 que la llegaron a integrar en 2005.

Ceuta supera con creces la ratio de número de policías locales por cada 1.000 habitantes que recomienda la UE, un dato que, sin embargo, ha de interpretarse a la luz de las particularidades de la ciudad y las servidumbres que éstas imponen al trabajo policial. Una referencia que los sindicatos gustan de usar permite poner en contexto la dimensión de la plantilla: los agentes de la Policía Local ceutí protagonizan más intervenciones al año que sus homólogos en Valencia.

“Nosotros no somos una Policía Local al uso ya que asumimos muchas más competencias que otras policías, y eso es algo que queremos mantener”, subraya el sindicalista de CCOO José López.

Esas competencias a las que se refiere López se traducen en un vasto organigrama cuajado de una miríada de unidades distintas y una diversidad de servicios que exigen un número de agentes de los que, según insisten los sindicatos, el cuerpo carece.

 

Planificación

“O se mantiene la actual policía con las unidades y servicios que éstas prestan, y entonces resulta necesario ampliar la plantilla, o se reconsidera el modelo y se avanza hacia una policía con menos competencias”, insiste López, quien acusa a los responsables municipales de haberse revelado incapaces de perfilar qué modelo de Policía Local pretenden para la ciudad.

Los reproches por la falta de planificación a los que alude López son compartidos por sus compañeros del resto de organizaciones sindicales. “No se pueden plantear organigramas que precisan más policías de los que se tienen -objeta Juan Francisco Vega, responsable de Policía Local en UGT- Así se crean unidades que, inmediatamente después de creadas, se descubre que resultan inviables”.

Hace ahora un año, el Gobierno local anunció la creación de una denominada patrulla ecológica atendida por dos agentes cuya función había de ser la de prevenir la comisión de delitos contra el medio ambiente. “Pintaron un coche de verde y nos dijeron que eso era la patrulla ecológica, pero, en realidad, ese servicio no ha entrado nunca en funcionamiento”, asegura Jaime Hoyos, de CSIF.

El sindicalista considera, junto a sus colegas de UGT y CCOO, que uno de los problemas que arrastra el cuerpo es el de la improvisación en la gestión. “Todo, además, depende de la actitud y de las preferencias del consejero de turno –prosigue Hoyos- Si el consejero decide potenciar una determinada unidad, ¿qué hace? Pues desmantela otra”.

Si la solución a las carencias de la Policía Local pasa por un incremento de la plantilla, el futuro no se antoja halagüeño. La Consejería reconoce que resulta muy difícil plantear un aumento en el número de agentes de cara al próximo año. Así, el consejero Hachuel lo fía todo a una reorganización que corrija una falta de planificación que él mismo reconoce.  

El responsable político de la Policía Local habla de la reasignación de agentes a servicios más exigentes, aunque no precisa qué unidades se verían perjudicadas por esta reorganización. “No es algo que tengamos todavía identificado pues estamos a la espera de que se designe al nuevo superintendente, que tendrá algo que decir al respecto”, ha matizado.

Con todo, Hachuel promete a los sindicatos un proceso “consensuado”. “No vamos a hacer nada manu militari”, concluye.