El incendio, aparentemente provocado, causó la madrugada de este miércoles daños a los establecimientos ubicados en la Galería Apolo, en la calle González de la Vega. En torno a las cinco de la mañana, las llamas comenzaban a devorar las jardineras de madera que los propietarios del bar Apolo guardan junto a la verja que cierra la galería durante las noches.
El fuego comenzó a extenderse por el techo del pasillo a cuyos flancos se distribuyen los negocios. El intenso calor provocó la rotura del escaparate de uno de los establecimientos que da a la calle y ocasionó, incluso, que las perchas de algunas de las tiendas de ropa comenzaran a derretirse.
El rastro del fuego, que cinco horas después de declararse el incendio dejaba tras de sí un intenso olor a quemado y amplias manchas de hollín, ha obligado a alguno de los comerciantes a demorar la apertura de sus negocios.
La intervención de un agente de la Policía Nacional que, inmediatamente después de producirse el incendio, atacó las llamas con un extintor ha evitado que el siniestro alcanzara mayores proporciones. Esta intervención y la pronta llegada de una dotación del Servicio de Extinción de Incendios integrada por tres vehículos y una decena de bomberos permitieron que el fuego fuera rápidamente sofocado.
