Operación “Sónar” contra la inmigración irregular

La Policía Nacional evita en un mes 500 entradas a la penísula de migrantes de Ceuta y Melilla ocultos en barcos

La Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina expone las diferentes maneras que los migrantes, la mayoría menores, utilizan para acceder a las embarcaciones. En todos los casos, con evidente riesgo de sufrir un accidente y poniendo en peligro sus vidas. 

Menores en las vallas de acceso puerto (44)
photo_camera Menores en las vallas de acceso al Puerto/ C.A.

Agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo un dispositivo especial en los Puertos de Ceuta y Melilla con el objetivo de frenar la inmigración irregular que pretende llegar a las costas peninsulares en barcos, tanto de pasajeros como de carga, en los que se introducen, tratando de viajar ocultos como polizones.

Para ello, los agentes de la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina (BRIC) desplegaron un dispositivo de refuerzo del personal propio de los mencionados puestos fronterizos, que se articuló en dos tareas fundamentalmente: intensificar los controles en las rampas de acceso a los barcos con el fin de detectar inmigrantes que pudieran ocultarse en camiones, vehículos y/o contenedores y realizar patrullas y requisas por todo el recinto portuario, especialmente en las horas previas a cada embarque, a fin de identificar a cualquier persona no autorizada que pudiera intentar acceder a los barcos, ya sean de pasajeros o de transporte de mercancías, que zarpan a diario con destino a Málaga, Almería o Motril principalmente.

En tan solo un mes, la operación se ha saldado con la detección de casi 500 intentos de entrada irregular, en su mayoría protagonizados por menores de edad que pretendían llegar a las costas españolas como polizones, utilizando para acceder a las embarcaciones diversos métodos, algunos de ellos especialmente arriesgados para su propia vida y/o integridad física.

Muchos de ellos fueron descubiertos por los agentes ocultos en los bajos o huecos exteriores de las cabezas tractoras de camiones listos para embarcar. Otros se ocultaban entre la chatarra u otras mercancías que se encuentran almacenadas a la espera para ser cargadas, procedimiento especialmente peligroso pues al desconocer el momento preciso en que será cargado el material, pueden permanecer incluso varios días atrapados entre el mismo.

También intentaron acceder corriendo por las rampas de acceso, aprovechando el descuido del personal de las navieras que supervisa el embarque y, en ocasiones, empujándolos y/o amenazándolos, o trepando por las pasarelas de embarque, que normalmente se encuentran a bastante altura.

Otros trataban de subir a pulso por los propios cabos de amarre de las embarcaciones para introducirse en los barcos por las aberturas laterales de las bitas, o bien intentaban acceder a nado hasta las zonas del puerto deportivo o la dársena pesquera, desde donde accedían a la zona donde se encuentran las bateas para ser embarcadas, ocultándose en las mismas. En todos los casos, con evidente riesgo de sufrir un accidente.

Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina

La Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina, dependiente de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, se creó hace diez años como una unidad de respuesta inmediata para el refuerzo de otras unidades policiales y puestos fronterizos que lo precisen en tareas de control de vehículos y personas, lucha contra la inmigración ilegal y la trata de seres humanos, apoyo en situaciones de crisis humanitarias, control de entrada y salida del territorio nacional y prevención del orden público, la seguridad nacional, la salud pública y las relaciones internacionales.

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