Este lunes, Ali y un asesor de su Grupo Politico están citados a declarar en los juzgados

Sí, un pleno bochornoso, pero la trayectoria de Ali es la de un demócrata; la de Vox, aún está por ver

Vox denuncia para reforzar su victimismo como la mejor de las maneras de hacer política rancia sin respetar la libertad de prensa y queriendo remover a su antojo el artículo 14 de la Constitución Española.

Este lunes, 20 de julio, es la fecha en la que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 6 de Ceuta ha llamado a declarar al único diputado de Caballas en la Asamblea, Mohamed Ali, y a uno de los trabajadores de la oficina de su grupo político. 

Irán en calidad de investigados por una denuncia presentada por Vox tras los bochornosos incidentes acontecidos durante el pleno del pasado 29 de enero. Una sesión que fue suspendida media hora después de su inicio por el presidente Juan Vivas, por insultos y supuestas amenazas entre los diputados de una y otra formación.

La cita es a las diez de la mañana y a la misma acudirán imputados y testigos presentes en aquel pleno.

Vox denunció que fueron insultados y amenazados el día del pleno y que al día siguiente algunas personas se acercaron hasta su sede para continuar profiriendo amenazas.

Lo de aquel mes de enero pareció de todo menos una sesión de distinguidos responsables que representan a los ceutíes. Primero Ali y Redondo se llamaron mutuamente cobardes, luego Ali utilizó el calificativo de sinvergüenzas a lo que el hoy vicepresidente primero de la Asamblea, Francisco Javier Ruiz, le respondió que era un retrasado. Y no faltó la lindeza de Carlos Verdejo, que indicó al diputado de Caballas que mandara a su perro de presa. Ya después vino aquello de "no tienes huevos y fascista" de Ali a la bancada de Vox. (Pueden volver a ver el video en este artículo). 

Mohamed Ali se ha podido equivocar en las formas, pero al portavoz de Caballas no se le conoce en años de oficio político que no haya respetado la Constitución Española, ni tampoco por sus malos modos. Todo lo contrario.

Los nuevos, estos que representan a Vox Ceuta, elegidos en las urnas pero gracias al tirón nacional de las últimas elecciones, y no por sus méritos personales, todavía tienen que demostrar su patriotismo, sin torcer ninguno de los principios básicos de una democracia. Por ahora, no se mueven de la cultura de la queja, del victimismo y eso es un problema para ellos y para Ceuta. Que no se olviden que tienen varios asuntos de calado pendientes.

Que sepan que en psicología una personalidad victimista, que puede llevar a una conducta patológica como trastorno paranoide, consiste en una tendencia a culpar a otros de los males que uno padece y resguardarse en la compasión ajena. Esta tendencia se caracteriza por una deformación pesimista de la realidad en la que el sujeto se regodea en el lamento y queda incapacitado para realizar cualquier tipo de autocrítica. Esto es psicología, pero en política podría resultar muy nocivo.

Mohamed Ali siempre ha manifestado que lo ocurrido en enero no se debió a que perdiera una votación, la del tratado de buena vecindad con Marruecos, sino a los famosos whatsapp racistas que estaban circulando desde unos días antes por la ciudad contra la comunidad musulmana. 

Hasta aquí lo político. Sobre el asunto judicial de este lunes, será el magistrado el que tenga que dilucidar sobre lo sucedido en un espectáculo para olvidar.