Ayer en torno de las 12.30 horas una agente del Cuerpo Nacional de Policía destinada en el paso fronterizo de El Tarajal sufrió una agresión por parte de una porteadora que pretendía entrar a la ciudad.
La agente negó el paso a la marroquí dándole a entender que a esas horas ya no podía acceder a los polígonos. La mujer reaccionó de manera violenta contra la funcionaria que se encontraba desarrollando su trabajo, plenamente uniformada y acreditada.
La agresora comenzó a insultar a la agente que rápidamente se dirigió a la mujer para identificarla. Ésta se negó a darle la documentación, le empujó, le arañó en la mano y le propició un puñetazo.
La agente consiguió sujetarla pero miembros de la policía marroquí, en vez de colaborar con los agentes españoles, ayudaron a escapar a la mujer para evitar su detención.
Este hecho ha sido muy criticado por los sindicatos policiales. En concreto, la Confederación Española de Policías (CEP) se ha mostrado sorprendida e indignada por este suceso. "La relación entre los agentes de España y Marruecos siempre ha sido muy buena, colaboramos, y no tenemos problemas, por eso nos ha extrañado este tipo de actuación. Aún así no se puede justificar de ninguna manera, es intolerable", asegura el secretario general del CEP, Juan Carlos Linares.
El representante del sindicato policial cree que "Marruecos debería haber colaborado con las fuerzas españolas y no ayudar a la agresora". Juan Carlos Linares espera que "este hecho se convierta en un incidente aislado y no suponga un antes y un después en las relaciones entre ambas policías", asevera.
Para Linares la agresión ocurrida en el paso fronterizo "es una consecuencia de la falta de personal que sufre el cuerpo, y que tantas veces ha sido denunciado por el sindicato".
"Si hubiera existido más presencia policial en la zona de los hechos la agresión no se hubiera producido", ha dejado claro el sindicato.
De momento, Delegación del Gobierno no se ha pronunciado sobre los incidentes acaecidos.
