unos jóvenes lanzaron piedras y un objeto en llamas contra uno de los coches

La plantilla de Hadú-Almadraba amenaza con limitar el servicio de las líneas 4 y 8 tras un acto vandálico

Un autobús fue apedreado ayer por un grupo de jóvenes que, tras bajarse del vehículo en las proximidades de El Príncipe, arrojaron un objeto en llamas contra el coche. Los trabajadores sopesan dejar de prestar servicios en las líneaas 4 y 8 durante el horario más conflictivo.

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photo_camera Parada de autobús en Loma Colmenar (C.A.)

Un nuevo ataque contra un autobús urbano ha colmado la paciencia de los trabajadores del servicio. El vehículo que cubre la línea 4 entre la Plaza de la Constitución y el Hospital Universitario era víctima ayer de un nuevo acto vandálico protagonizado por un grupo de jóvenes que llegaron a arrojar un objeto en llamas contra la parte delantera del automóvil.

La reacción del comité de empresa ante el enésimo acto de violencia sufrido por los autobuses de la “Hadú-Almadraba” no se ha hecho esperar. Los representantes de los trabajadores han reclamado a la empresa la convocatoria de una reunión del comité de seguridad para suspender las rutas 4 y 8, líneas donde se registran la mayoría de los ataques, en el horario de dos a cuatro de la tarde. “Si en los próximos días ocurre algo más, no vamos a esperar al comité y el lunes comenzaremos a negarnos a cubrir el servicio en ese horario”, ha advertido el presidente del comité de empresa, José Antonio Blanco.

Las líneas 4 y 8, que prestan servicio entre el centro de la ciudad y el Hospital Universitario y El Príncipe, respectivamente, se han convertido en objetivo prioritario de los vándalos. El ataque sufrido ayer es el modelo de los muchos que grupos de jóvenes han perpetrado contra los autobuses de la empresa.

Los sucesos de ayer se produjeron pasadas las dos de la tarde cuando, a la llegada del autobús a la altura de la rotonda de El Príncipe, un grupo de jóvenes comenzó a bloquear las puertas desde el interior del vehículo. Acto seguido, abandonaron el automóvil contra el que arrojaron piedras y un objeto en llamas.

La empresa y los trabajadores se quejan de la falta de seguridad que, pese a los antecedentes, continúa presidiendo los trayectos de las dos líneas más conflictivas. La Policía Local mantiene desde el lunes un servicio de dos policías de paisano que viajan en los autobuses de la línea 8 para evitar incidentes. Además, un coche patrulla custodia al autobús en su itinerario.