Un autobús sin frenos se estrella contra el puerto deportivo causando varios heridos

Los viajeros del transporte público viven momentos de auténtico pánico y el conductor queda atrapado en el vehículo

photo_camera Momento de la evacuación del conductor./M.G.

Un autobús de la empresa Hadú-Almadraba ha protagonizado un espectacular accidente en la tarde-noche de ayer al quedarse sin frenos apenas ha salido de la parada junto al Mercado y terminar estrellándose contra la valla del Puerto Deportivo, a pocos metros del agua.

El autobús de la línea Plaza de la Constitución-O'Donnell-Hospital Universitario va ocupado por una decena de pasajeros además del conductor. Apenas salir, el conductor ve que el autobús carece de frenos y trata de controlarlo, ante el pánico de los clientes. Bordea la rotonda de la plaza de la Constitución, desciende por la pendiente que conduce al Poblado Marinero y allí se estrella.

En el liugar de los hechos se personan Bomberos, Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local, Policía Portuaria y servicios de emergencias del 061. Toda la zona queda acordonada para que los servicios de emergencia puedan atender a las víctimas.

La mayoría de los heridos son de carácter leve, aunque se les deriva al Hospital Universitario para un reconocimiento más profundo. La peor parte se la lleva el conductor, que trató desesperadamente de controlar un vehículo sin frenos. Queda atrapado entre el asiento y el volante y es necesaria una compleja operación de desencarcelación hasta que finalmente es evacuado, tras ser estabilizado. Aunque al principio parecía herido grave, parece ser que sus lesiones revisten menor importancia, únicamente contusiones en las vértebras cervicales.

Otras tres mujeres estan cubiertas con mantas térmicas, sentadas y en evidente estado de shock, atendidas por el equipo sanitario que actúa con serenidad y extrema profesionalidad, al igual que todos los componentes del dispositivo.  

A medida que se van recuperando, se les entregan por parte de la Policía Local documentos a rellenar, con sus nombres -que anotan los agentes-, para que formalicen el parte de accidente. Los policías son conscientes del estado de gran nerviosismo de estas personas, por lo que se les dice que no tengan prisa y que en todo caso, si se encuentran bien, lo hagan por la mañana. Los bomberos, por otra parte, se disponen a verter sepiolita en la curva final, antes de que comience a fluir de nuevo el tráfico, tras controlar la situación de los heridos.

Poco a poco se va despejando la zona y se restablece el tráfico, por otra parte colapsado por el cordón de seguridad dispuesto para atender las prioridades del accidente.

La odisea comienza en el mismo momento en el que el autobús parte de la parada. Ya de entrada el conductor se da cuenta de que no puede frenar y el autobús empieza a moverse caóticamente. El conductor trata de controlarlo con el volante. Una mujer, que viaja justo detrás del conductor, ve que empieza a ir mal el viaje. Choca el vehículo contra un obstáculo lateralmente, pierde un retrovisor y sube ligeramente a la acera. A punto está de arrollar a una mujer que cruza el paso de cebra que comunica la plaza de la Constitución con la Gran Vía. "El conductor no hablaba. Sólo manejaba el volante. Pensábamos que le había ocurrido algo", explica aún muy nerviosa. Ha sufrido un golpe en la cabeza y en una pierna y se dirige al Hospital Universitario. Pero antes explica que a esas alturas la situación en el autobús comienza a ser muy complicada y peligrosa. Después, el bordeo de la rotonda de la plaza de la Constitución y finalmente el choque. 

Mohamed también va en el autobus y ha resultado ileso. Su relato es coincidente con el de la mujer que viaja tras el conductor. Él va en la parte trasera. Tras el choque, el conductor, atrapado, grita "yo no tengo la culpa, no he tenido la culpa. Yo le dije que no se preocupara, que lo sabíamos, que estuviera tranquilo", afirma Mohamed.

Por el momento, se desconoce el alcance de las heridas del conductor. Aunque su estado era reservado, se encontraba consciente en todo momento, como pudo comprobar ceutaactualidad.com.